El BYOD (Bring your own device) es una tendencia cada vez más extendida en el ámbito empresarial, que consiste en habilitar a los miembros de la empresa para trabajar con sus propios dispositivos integrados en el funcionamiento diario de la organización empresarial
Es decir, esta nueva política empresarial permite que los trabajadores realicen su función en la empresa con su ordenador, su móvil o cualquier otro dispositivo propio que quedará integrado dentro del funcionamiento de la empresa en el horario de trabajo.
Nos ha sorprendido saber que el origen de esta tendencia nace con la posibilidad de llevar botellas propias o alimentos preparados en casa a algunos restaurantes, de modo que el cliente sólo tenía que pagar una cantidad de dinero por poder disfrutar sus propios productos dentro del ámbito del bar o restaurante. La ventaja era obvia: los clientes conseguían disfrutar de la posibilidad de tomar una botella de vino o comer cualquier plato traído de casa en un restaurante, a un precio menor del que pagarían si consumieran directamente productos del establecimiento.
Comoquiera que se originara el BYOD, esta tendencia se ha venido afianzando con gran vigor en el ámbito profesional, especialmente en pequeñas y medianas empresas. El espíritu de esta política sigue siendo el mismo del que se desprende en ese incierto origen que contábamos un poco más arriba: la optimización de recursos.
Beneficios de la aplicación BYOD
– La reducción en coste es muy sensible. Aplicando una política BYOD, la empresa no tendrá que adquirir o arrendar determinados equipos para su desempeño laboral, ya que serán los propios trabajadores los que los aporten.
Se acabó eso de comprar tantos ordenadores como trabajadores tenga la empresa, o contratar múltiples líneas de telefonía móvil para empresa, ya que el trabajador utilizará su propio terminal. Y es que la reducción en coste les puede permitir a determinadas empresas alcanzar economías de escala con una mayor inmediatez.
Sin entrar en mayores análisis microeconómicos, parece palmario que una parte importante de los gastos de inversión en bienes de equipo se verían reducidos, al igual que se eliminarían los gastos por amortizaciones asociados a estos activos, de los que de algún modo se haría cargo el propio trabajador.
– Además del coste, esta política ofrece otra gran aportación cuantitativa al ámbito de la organización, ya que podrá contar con más cantidad y variedad de herramientas con las que trabajar. Es cierto que existirán grandes empresas que preferirán adquirir equipos de un determinado estándar de calidad, pero lo significativo es que muchas otras empresas se encontrarán con la posibilidad de rentabilizar unos dispositivos aportados por los trabajadores que, de otro modo, no hubieran podido adquirir.
– Una última gran ventaja es la familiaridad que supone para los empleados el trabajar con sus propios dispositivos. Para muchos de vosotros, no será ajeno el “lío” que supone cambiar del ordenador del trabajo al de casa, o utilizar un móvil o un fijo para el trabajo de empresa y, a la vez, el personal.
El BYOD neutraliza este efecto al sustraer la duplicidad; el trabajador siempre trabajará con las mismas herramientas, tanto profesional como personalmente, lo que genera una ventaja competitiva en el personal de este tipo de empresa, que ofrecerán un rendimiento más productivo en tanto que están estrechamente familiarizado con los dispositivos.
Desde luego, la puesta en práctica del BOYD no es llevada de forma extrema por ninguna empresa. Pero sí es cierto que determinados contextos tecnológicos facilitan esta integración. Es el caso de las empresas que trabajan con telefonía virtual o números virtuales ya que les permite gestionar sus comunicaciones a través de una centralita virtual gracias a la incorporación de los móviles personales como extensiones de la empresa en el horario laboral.
De esta forma los trabajadores sólo reciben las llamadas de empresa en sus dispositivos dentro de su horario laboral y pueden distinguir con claridad gracias a microlocuciones las llamadas recibidas directamente en su número de las llamadas desviadas desde su trabajo. De igual forma, para llamar, pueden decidir si mostrar su número personal o el de la empresa, integrándose totalmente su dispositivo en la organización.
Del mismo modo, existen riesgos intrínsecos a la puesta en marcha de esta política. En términos de privacidad de datos y posibles brechas de seguridad, la empresa deberá redoblar sus esfuerzos y precauciones. Sería preciso crear protocolos de seguridad específicos para prevenir, por ejemplo, que el trabajador haga un uso negligente de material estrictamente profesional.
En cualquier caso, parece una solución imaginativa para tiempos como los actuales, tan fácilmente aplicable como rentable.