Pese a que fue una medida largamente reclamada por el colectivo de autónomos, solo una sexta parte de los más de 3 millones afiliados al RETA cotiza por cese de actividad o, como se conoce comúnmente, paro de los autónomos. Y cada día son más los que desean dejar de cotizar de forma voluntaria por ésta prestación ante la dificultad de cobrarla después.
Según los datos difundidos por UPTA hace un par de semanas, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), las mutuas y otras entidades gestoras denegaron hasta el mes de septiembre 2 de cada 3 peticiones (el 65% de las solicitudes) presentadas por trabajadores autónomos para recibir la prestación por cese de actividad.
Hace justo un año nos preguntábamos si compensaba cotizar o no por cese de actividad ante los problemas que muchos autónomos alegaban para poder justificarlo y poder cobrar la prestación posteriormente. Recordemos para poder cobrar este “paro de los autónomos” es necesario cotizar por cese de actividad, aplicando un tipo adicional del 2,2 por ciento sobre la base imponible, durante al menos doce meses. Ésta cotización es voluntaria y, pese a que se preveía cambiar su carácter a obligatorio para 2014 aunque, finalmente, dicha obligatoriedad no se producirá hasta 2015 y sólo para nuevas altas.
Y una de las razones son las trabas que muchos autónomos, que han cotizado su 2,2 por ciento adicional durante un año, encuentran a la hora de poder justificar el cese. Pese a que pueden aplicarse una serie de recomendaciones para acreditar correctamente el cese de actividad, lo cierto es que una parte importante del colectivo de autónomos, aquellos que cotizan por el régimen de módulos, lo tiene muy difícil.
Cese de actividad: las 3 propuestas del Ejecutivo
Es por ello que, según informa El Economista, el Ejecutivo se ha comprometido a mejorar las prestaciones sociales de los autónomos y son tres las vías que se barajan:
– El desarrollo de un modelo de contabilidad simplificada. Ésta propuesta no ha sido muy bien acogida por algunos sectores del colectivo, ya que aseguran que significaría acabar con la voluntariedad del sistema de módulos.
– Una nueva normativa para autónomos que cotizan en módulos que simplique la documentación a presentar para el acceso a la prestación. De ésta forma, se permitiría hacer una estimación objetiva de ingresos en función del ejercicio anterior.
– Ampliar la obligación de cotizar por la prestación de cese de actividad a todos los autónomos.
Si bien es cierto aumentar la cuantía de la cuota de autónomos a pagar con cotizaciones adicionales puede suponer un problema de liquidez para los autónomos, en especial aquellos que apenas facturan el mínimo, no lo es menos la necesidad de dotar al colectivo de un sistema de protecciones sociales capaz de hacer frente a cualquier contingencia que pueda obligarles a suspender la actividad durante un determinado periodo de tiempo.
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