Tras la gran cantidad de Historias Emprendedoras recibidas, razón por la que queremos agradecer a todos los participantes su interés en la iniciativa, la elección no ha sido nada fácil, pero como si del Goya a la mejor película se tratase… es un placer para nosotros anunciar que nuestro Emprendedor del Mes de Febrero es… ¡Julián Vázquez con su proyecto demipueblo.es!
¿Las razones? Una propuesta original, que se sirve de las nuevas tecnologías para dar salida a productos tradicionales en Internet a través de la web demipueblo.es. Con una concepción win-win, en éste proyecto todos salen ganando. Cualquier persona o comercio puede adquirir productos gastronómicos artesanos y de calidad de cualquier rincón de España a un precio muy especial. Por otro lado, artesanos y productores cuentan con un excelente canal de promoción y distribución para comercializar sus productos y captar nuevos clientes.
Pero no sólo se trata del proyecto. El equipo humano que hay detrás de éste cristaliza a la perfección el tipo de emprendedor que, a día de hoy, tiene la actitud necesaria para remontar la crisis. Junto a su mujer Anna, este programador web licenciado en Relaciones Laborales, de 38 años y afincado en Lleida, decidió poner en marcha la iniciativa el pasado verano. Y, aunque en realidad lleva muy poquitos meses operativa, cuenta ya con casi una cuarentena de proveedores que crecen día a día.
¿Por qué decidiste emprender en este sector? ¿Cómo surge la idea y cómo la pones en marcha?
“Mi experiencia en el sector de la programación web y tantos años ‘picando código’ me ayudaron a darle forma a un proyecto que llevaba un tiempo en mi cabeza. El sector de la venta online está creciendo año tras año y buscaba un hueco que se alejase de las ventas privadas tan de moda los últimos años. Buscaba una solución a la dispersidad de comercios on-line, sobretodo en el sector de la alimentación, que creo todavía no está explotado como se podría.
Me había encontrado con tiendas online de pequeñas empresas que dejaban bastante que desear a nivel de diseño, usabilidad, y sobretodo (y creo que lo más importante) a nivel de seguridad. Me refiero a ir a pagar un pedido y ver que los datos de la tarjeta no me los pedía una pasarela bancaria o similar, sino que se enviaban por un simple formulario, sin certificado ni nada (lo cual es bastante peligroso). El empujón final me lo dió alguna otra web que planteaba un modelo similar, aún trabajando otros sectores. Me fijé en algunas páginas que me ayudaron a ver claro el modelo, aunque fuesen de otros sectores. Cogí ideas de aquí y de allí y modelé las mías propias”.
¿Qué tiene demipueblo.es de especial frente a otras iniciativas de comercio electrónico? ¿Cómo funciona la dinámica de la plataforma? ¿Cuáles han sido, bajo tu parecer, las claves de su éxito?
“Antes de nada, aclarar que aunque a día de hoy todos los comercios y productores que tenemos son del sector de la alimentación, pero demipueblo.es está abierto a comercializar cualquier otro tipo de productos auténticos.
Por un lado y fundamental, nos queremos distinguir de las tiendas ‘gourmet’ y/o ‘delicatessen’, que se fundamentan en comprar un producto, añadirle un margen (más o menos generoso) y venderlo con una cierta vitola de exclusividad. En demipueblo.es no aumentamos el precio del producto, el comprador encontrará el mismo precio, o incluso inferior, al que tenga el productor en su propio canal de venta. Será el consumidor el que elija la facilidad y seguridad de demipueblo.es. ¿Un centro comercial? Quizás sería un término. En el sector les llaman marketplace.
¿De dónde obtenemos nuestro beneficio? Pues es el comercio o productor que participa en demipueblo.es es quien ajusta su margen. Ellos ganan menos en la venta pero obtienen el participar de forma totalmente gratuita en nuestra plataforma, con lo que consiguen aumentar su volumen de ventas y obtener publicidad gratis, compartiendo el espacio con múltiples comercios de otros tantos pueblos o pequeñas ciudades. Y recalcamos que vender en demipueblo.es es totalmente gratis, no hay cuotas ni pagos fijos de ningún tipo, simplemente cobramos si se vende. Si no hay pedidos, no hay coste alguno. Este creemos que es un punto muy a tener en cuenta, más en estos tiempos, ya que la mera publicidad que te da estar en una plataforma como la nuestra, aunque no se consiga vender nada, vale la pena”.
¿Cuáles son los retos que os planteáis para el futuro?
“Pues en principio el reto principal es darnos a conocer. Creemos que tenemos una buena idea y que la gente que la conoce la está aceptando bastante bien, pero lo difícil en el mundo de la venta online es que te conozcan, que la gente llegue a tu web. Si abres una tienda en un centro comercial ‘físico’, la gente pasará por delante tuyo y entrará o no, pero en Internet si no te ven, no existes. Ese es el principal handicap que queremos salvar”.
¿Cuáles han sido las principales dificultades encontradas en el camino?
“Pues aunque se diga que existen soluciones para crear empresas de manera rápida y barata, que existen, la verdad que intentamos hacer uso de ellas y topamos con muchas trabas burocráticas, incluso desconocimiento por parte de algunas administraciones de qué servicios ofrecían y hasta donde podían llegar. Al final nos cansamos de dar vueltas y tuvimos que acudir a una asesoría.
Es excesivamente caro el emprender en este país, no solo iniciar la actividad, porque vendas o no vendas, hay unos gastos fijos bastante elevados. Serían necesarias ayudas al emprendedor, ponérselo fácil los primeros años y, si le va bien, ya aportará impuestos el resto de su vida activa”.
A la hora de emprender, ¿cuáles son los grandes errores a evitar y qué oportunidades hay que saber aprovechar?
“Se dice que emprender mientras se trabaja por cuenta ajena es imposible. Yo creo que se puede empezar así. Aunque es mucho más difícil porque hay que trabajar en dos sitios y muchas más horas, es menos arriesgado. En mi caso, todo el capital necesario ha sido propio, con lo que nos jugamos el dinero ‘de casa’. Tener un sueldo fijo ayuda a ir paso a paso. Sí es cierto que puede frenar la dedicación completa al proyecto, pero ayuda a ver las cosas con más calma y quizás con más claridad.
Yo creo que para emprender, sobretodo en el mundo de Internet, hay que tener clara una idea, valorar si no está sobreexplotada, ya que siempre habrá competencia y si no la hay hoy, la habrá mañana; y llevarla a cabo. Comparado con abrir una tienda física, un restaurante o un despacho, Internet es mucho más económico ¡¡Animaos!!!”
Tras montar tu propia empresa, ¿qué aprendizaje, tanto en lo personal, como en lo profesional, extraes?
“La verdad es que en lo personal te sientes bien al llevar a cabo tu proyecto. Diseñarlo, modelarlo y verlo nacer es toda una experiencia. Y lo que haces, las horas que le dedicas, son para tu negocio, son para tí, aunque al principio esas horas se pagan a 0,5 céntimos o menos (Risas).
Creo que se crece, como persona y como profesional. Ahora hablo con profesionales de toda España, que son unos fenómenos en lo suyo. Cada uno tiene sus peculiaridades, sus miedos y sus metas, pero conocer a tanta gente de tantos lugares de España es muy gratificante”.
¿Qué les dirías a otros emprendedores que, como tú, están empezando?
“Que no se desanimen, que el principio es muy muy duro. Nosotros todavía estamos en esa fase de crecimiento, de darnos a conocer en un mercado potencial muy grande, pero ya empezamos a ver los frutos del esfuerzo realizado.
Como decía antes, si tienes una idea y crees que puede ser buena, estúdiala a fondo. Habla mucho con gente de confianza, que te den consejos y que te alerten de puntos que no habías previsto, porque eso es fundamental”.