Las operadoras móviles en España que tienen red propia son Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo. Son las más conocidas y según un estudio de la OCU realizado entre mayo y junio del 2010, reúnen el 89% de los usuarios españoles de telefónía móvil. Aunque de todos es sabido que el grado de satisfacción que tienen sus clientes es bastante bajo.
Frente a ellas (o tras ellas) se encuentran las denominadas operadoras móviles 2.0, como MÁSmovil, Pepephone y Simyo. Son menos conocidas aunque quienes contratan con ellas manifiestan un grado de satisfacción muy superior al que consiguen las primeras. Según este estudio ronda el 80%
Las primeras basan su estrategia para conseguir y mantener clientes a base de regalar terminales (u ofrecerlos a muy bajo precio), aunque exigen que permanezcas atado a ellas durante suficiente tiempo como para asegurarse que pagas hasta el último céntimo de lo que les ha costado a ellas el terminal que “te regalan”. Las segundas, en la franja del “low cost” no ofrecen terminales, y basan su estrategia en ofrecer tarifas mucho más competitivas.
Pero la diferencia que se nota más a largo plazo es la de la satisfacción con aspectos como el servicio de atención al cliente y la gestión de las reclamaciones. Además, como aquellas compañías con peor atención al cliente y gestión tienen “atado” al usuario, la frustración de éste se multiplica.
Quizá los usuarios estamos tan acostumbrados a que nos traten mal que la mayoría aplica la teoría de “madrecita que me quede como estoy”. Pero yo rompo una lanza a favor de los operadores móviles 2.0 pues a pesar de no ser muy conocidos (y no parecer muy fiables) me parecen la opción más rentable para todos, y en especial para autónomos: La factura mensual, sin duda, se reduce, tienes un servicio de atención al cliente más eficaz, generalmente basado en las redes sociales (ya se preocupan ellos de que no les pongas a caer de un burro), y lo más interesante es que no tienes la obligación de permanencer con ellos si las cosas van mal. Y además tienen un montón más de promociones y concursos que se realizan para todos los clientes (y no sólo para las nuevas altas como generalmente hacen las operadoras grandes).
Lo único que necesitas es cambiar el chip… asumir que tú te compras el teléfono libre (pagando la pasta que corresponde) y luego te vas en cada momento con quien más te conviene. A la larga compensa, créeme (y si no, haz tú mismo los cálculos).