Desde que “ser emprendedor” está de moda, parece que son muchos los que se han lanzado a la aventura de montar su propia empresa en este año que ahora toca a su fin. Un año cargando de novedades y alguna que otra decepción para el colectivo, pero que también ha dejado ver algún rayo de esperanza gracias a los (aún tímidos) signos de recuperación que estamos comenzando a divisar.
Todo ello nos hace enfrentarnos a 2015 con el ánimo algo más encendido que en los últimos años, aunque sin olvidar los desafíos que supone ser emprendedor y a los que deberemos enfrentarnos para conseguir no sólo dar forma a nuestro proyecto y “echarlo a rodar”, sino consolidarlo o, en su defecto, mantener a flote nuestros negocios y empresas.
No vamos a caer en algo tan tópico como falaz al afirmar que 2015 puede ser “el año de la recuperación”, pero sí es cierto que, para que todo esto funcione, es necesario encarar en nuevo año con optimismo, con ganas de seguir hacia adelante, con la cabeza en el cielo… pero con los pies en suelo. Y para ello, deberemos prepararnos para algunos de los desafíos a superar durante los próximos meses:
Cambio de mentalidad
Los años pasan, las personas cambian, los hábitos cambian, las tecnologías cambian y éstas, a su vez, cambian a las personas y sus hábitos… En definitiva, todo cambia y tu empresa también. Por eso es importante que en 2015, más que nunca, estés preparado para asumir ese cambio de mentalidad tan necesario para preparar tu negocio para la nueva economía que se está gestando. Una economía y un mercado más efímeros, más volátiles, pero también más flexibles.
Por ello, nuestras empresas y negocios deben desarrollar su actividad en consonancia con éstos nuevos parámetros, desechando viejas y anquilosadas ideas en torno a la gestión empresarial tradicional y aplicando nuevas metodologías ágiles para gestionar nuestro negocio, mucho más ligeras y flexibles, que nos permitirán adaptar nuestras empresas a los constantes cambios del mercado y la demanda con mayor facilidad.
Creatividad e innovación
Dicen que “el hambre agudiza el ingenio” y en tiempos donde el acceso al crédito y a la financiación es toda una odisea, donde la reactivación del consumo sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes y donde mantenerse a flote es una aventura diaria… nada como tirar de la creatividad para marcar la diferencia.
Porque sólo siendo único, ofreciendo un producto, un servicio o un trato personal y personalizado lograrás marcar la diferencia y obtener una verdadera ventaja competitiva. Pero al hablar de creatividad e innovación no sólo nos referimos al diseño de productos y servicios, sino al desempeño de la actividad empresarial en general, desde la búsqueda de financiación a la gestión de recursos y de personas.
Formación continua
Y ya que estamos de tópicos hoy…. ninguno como que “el saber no ocupa lugar”, y más en los tiempos que corren. Si antes hablábamos sobre el necesario cambio de mentalidad y de la innovación como solución a las dificultades… es nuestra responsabilidad prepararnos para ello como emprendedores.
Y nada como seguir formándonos, aprendiendo de lo viejo y de lo nuevo, reciclando nuestros conocimientos y abriéndonos a nuevos campos y materias que nos permitan mejorar en nuestra faceta como profesionales, hacer crecer nuestro negocio y ampliar nuestros horizontes. Porque sólo mediante el aprendizaje podremos seguir avanzando en el camino.
Optimismo… ¡y paciencia!
Si bien es cierto que es algo que repetimos año tras año, sin optimismo el camino se hace mucho más pesado. Y cuando el optimismo falla y estamos a punto de tirar la toalla… ¡paciencia! Porque las grandes ideas y los grandes proyectos no triunfan de hoy para mañana… y menos en un contexto en el que a cada paso encontramos una piedra en el camino.
Por ello, ahí va nuestra recomendación: en 2015 aprende a ver el vaso medio lleno, a encontrar el lado positivo de las cosas, a manejarte en un entorno hostil y a protegerte de las personas y opiniones tóxicas que, en vez de añadir cosas positivas, no hacen sino restar enteros a la ilusión y a las ganas de seguir hacia adelante con nuestros sueños y proyectos.
¡A por el 2015!
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