Sobra decir a ésta alturas lo importante que es adaptar nuestro sitio web a las versiones móviles para que el acceso a éstos desde cualquier dispositivo sea óptimo. De hecho, más del 60% de los usuarios accede a Internet desde un smartphone, mientras que un 22% afirma hacerlo desde una tablet, las cuales han experimentado un altísimo grado de penetración desde su irrupción en el mercado en 2010.
No obstante, muchas veces optimizar nuestra web para mobile no es suficiente, ya que puede tener necesidades funcionales, sobre todo si comercializamos un producto o servicio online, que no pueden ser satisfechas mediante una mera adaptación. Una de las opciones a las que podemos recurrir para facilitar el uso de nuestro producto o servicio online es la creación de una app específica.
De hecho, y para que puedas hacerte una idea del peso y la utilidad de las aplicaciones en el mercado de lo digital, debes saber que la APP Store cuenta con un catálogo de más de 900.000 aplicaciones mientras que los usuarios de Android tienen a su disposición más de 800.000.
Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos antes de lanzarnos al desarrollo y saber qué tipo de aplicación le conviene más a nuestro producto o servicio online.
1. Haz un análisis previo de la situación: Debes conocer cuáles son tus usuarios, qué porcentaje de ellos accede a tu web o servicio online a través de un dispositivo móvil y cuáles son éstos los dispositivos y los sistemas operativos más utilizados, ya que en este punto deberás tomar una importante decisión. Recuerda que una app necesita ser programada de diferente forma en función del dispositivo o sistema operativo, por lo que deberás elegir entre aquellos con mayor penetración entre tu público objetivo y evitar incurrir en costes innecesarios.
2. Fíjate un objetivo. De la misma forma que estableciste una serie de objetivos a la hora de diseñar tu web o tu producto online, una aplicación móvil debe concebirse con un determinado fin. Puedes optar por darle una funcionalidad completa y equiparable a la de tu web o servicio, o elegir sólo determinados aspectos o funcionalidades.
De hecho, puede que quieras destinar la app de tu empresa sólo a una campaña de promoción determinada, a un evento o a complementar con mayor funcionalidad tu servicio web. En cualquier caso, el desarrollo de una aplicación siempre irá unido a una imagen innovadora y generará un mayor «engagement» o fidelidad entre tus usuarios.
3. Una vez hayas recopilado la información anterior y en función del presupuesto del que dispongas, deberás elegir el tipo de aplicación que desarrollarás. Puedes optar por una app nativa, desarrollada específicamente para dispositivos móviles y con una integración y experiencia de usuario óptima, una webapp, accesible desde el navegador de cualquier dispositivo y actualizada constantemente, o una app híbrida. Ésta última opción está teniendo un gran crecimiento en los últimos tiempos ya que es capaz de aunar lo mejor de cada una de las anteriores. Si quieres ampliar información, no te pierdas éste vídeo de Biko2 a cargo de María Luisa Santos y Rubén Bernárdez.
4. ¿De pago o gratis? El eterno dilema para muchos emprendedores. Si tu modelo de negocio no está basado exclusivamente en el desarrollo de aplicaciones, es recomendable que tu app sea gratuita. Pese a que la inversión inicial puede ser elevada, en función del grado de complejidad de la misma, el hecho de permitir la descarga gratuita puede ser un gran gancho para conectar con potenciales clientes o estrechar lazos con los clientes que ya tienes. En cualquier caso, no olvides lo importante que es promocionarla y, en este caso, las redes sociales y el email marketing pueden ser tus grandes aliados.
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