Antes de entrar de lleno en cómo podemos captar la atención de un internauta con nuestro vídeo hay que tener en cuenta qué se conoce como video viral. Un vídeo viral es aquel vídeo realizado de tal manera que los usuarios lo ven, lo comparten, y recibe un gran número de visitas en poco tiempo. Es como un virus (de ahí su nombre) que se propaga rápidamente. Tras ser subido por el usuario a Youtube, a las redes sociales, blogs o bien enviado por correo electrónico o Whatssap, cada vez es más común recibir vídeos de este tipo. Normalmente es grabado con una cámara digital, un móvil y es subido posteriormente a las plataformas con mayor número de publicaciones de vídeos, como YouTube, Vimeo y desde hace poco, Facebook.
En realidad, un vídeo viral lo es, no por cómo se ha subido a Internet, sino por la esencia del mismo, por su contenido. La clave para un buen vídeo viral es saber captar emociones y transmitirlas al público. Hay que tener en cuenta que los contenidos virales suelen estar más vinculados con las emociones y el humor. Eso sí, lo suficientemente bueno y original para impactar al público.
No existe una fórmula mágica para que sea viral. Sin embargo, existe una serie de pautas que te pueden ayudar a lograrlo. Veamos cuáles:
Pautas a seguir para hacer un vídeo viral
El guión.
Ya sea el guión o la idea esta debe transmitir momentos. Tal y como señalan los Google Partners, Internet se compone de “micromomentos” y, precisamente, esta es la base de un buen vídeo viral: contar una historia o un momento único, de la forma más creativa, original o humana posible. Aquellos vídeos que “llegan al corazón”, los que tocan la fibra sensible, tienen mayor repercusión porque nos sentimos, de algún modo, identificados. Está comprobado que aquellos vídeos donde hay animales o bebés, suelen ser más vistos ya que despiertan la ternura del espectador.
Breve e impactante.
Otra cuestión más importante si cabe es que un video cuanto más breve e impactante sea mejor. Debemos llamar la atención del espectador en los primeros segundos y mantener ese interés a lo largo del video, que recomendamos que no exceda el minuto y medio o dos minutos.
Con dosis de humor.
Una historia, si nos hace pasar un buen rato, calará más. La clave está en sorprender. Ser imaginativo es fundamental; pero si esta historia tiene un toque humorístico, probablemente el vídeo se haga viral. Haz que el espectador se divierta, así tendrás más posibilidades de que se promueva. Además, la simbiosis perfecta es combinar humor con realidad. Transmite lo que es la vida en sí, la vida misma, pero contado con imaginación, creatividad, ingenio y un toque de humor.
Tus contactos.
Si entre tu red de contactos online tienes influencers, captadores de tendencias que te puedan ayudar a extender tu vídeo, estás de enhorabuena porque tendrás la mitad del trabajo realizado.
Capta la vida en sí.
Pon mucha atención a todo lo que te rodea, observa cada momento, y verás que incluso, por casualidad, puedes estar grabando el vídeo de tu vida, y el de más gente. No tienes por qué ser tú el protagonista del vídeo, pueden ser tus amigos, tu gato, tu empresa, un grupo revelación que esté tocando en la calle…en realidad, no importa quién sea el protagonista, lo que importa es que transmitas emociones, sensaciones y el internauta lo valore.
Compártelo en redes sociales y ¡suerte!
Súbelo a YouTube y compártelo en las redes sociales y verás cómo poco a poco se extiende. Si ves que no ha resultado un éxito, no te preocupes, en Internet, como en otras cuestiones de la vida, todo se basa en prueba-ensayo y error. Hasta que des con la tecla, prueba y aprende de los errores. Ármate de paciencia y espera unos días porque a veces puede tardar unos días en “propagarse”…y ahora sí, la suerte está echada.