Parece que cada vez es mayor el empeño del Ejecutivo en acabar con los focos de fraude fiscal que lastran nuestra economía, a la luz de sus últimos movimientos normativos destinados a la lucha contra el fraude. El más reciente, según recoge el diario El País, es el que se extrae del “Plan anual de control y lucha contra el Fraude” aprobado el pasado sábado y que pone en foco en el comercio electrónico.
De esta forma, Hacienda “se pone las pilas” para adaptar sus criterios de actuación a las nuevas relaciones comerciales entre compradores y vendedores que posibilitan las nuevas tecnologías, realizando un control exhaustivo de la economía digital. Pero, ¿cómo se llevará acabo exactamente este control sobre el comercio electrónico?
- Se recabará información de contribuyentes a través de Internet para descubrir si tienen actividades no declaradas
- Se controlarán los titulares de páginas web receptoras de publicidad para asegurar la adecuada tributación de los ingresos por publicidad en España
- Se monitorizará cuantas visitas a una web se convierten en compras
- Se controlará a los fabricantes que comercialicen sus bienes a través de Internet para garantizar la adecuada tributación en España
De esta forma, la Agencia Tributaria pretende aliviar la creciente economía sumergida a la que, en algunas ocasiones, da lugar el comercio electrónico. Sin embargo, son muchas las voces las que apuntan a que el problema radica en la propia legislación de regula las transacciones comerciales por medios telemáticos y los vacíos legales en los que se puede incurrir.
Pese a que las tiendas online tienen que cumplir con unos requisitos legales básicos, cabe recordar que una de las principales norma que las regula, la Ley de Servicios de Sociedad de la Información y Comercio Electrónico, data del año 2002, un momento en el que aún era una actividad incipiente y el objetivo era incentivar su desarrollo.
Por ello, es cada vez más necesario el desarrollo de una normativa específica y acorde a los tiempos que corren capaz de regular de forma integral y efectiva las actividades de la nueva economía digital que cada vez mueve un mayor volumen de recursos.
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