Hace aproximadamente un año que la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) autorizó, después de mucho tiempo de reuniones, de posturas enfrentadas, de dimes y diretes, la aparición de los nuevos dominios profesionales en la red. Es decir, dominios que permitirán a las grandes empresas, previo pago de una importante cantidad de dinero, instalar, por ejemplo, su propio nombre como extensión.
El llamado puntomarca puede conllevar muchas ventajas para las empresas que decidan hacerlo y quizás también algún inconveniente. Sin embargo, después de la buena cantidad de euros que habrán de desembolsar los que así lo decidan, la mayoría de las consecuencias deberán ser, necesariamente, netamente positivas.
Algunas de las ventajas que pueden derivarse de adquirir un nuevo dominio son: un mejor posicionamiento de la página web de le empresa en los buscadores de internet; adquisición de fuerza y poderío por parte de la empresa debido, obviamente, a que el tráfico virtual hacia ella será mucho más natural y realmente más numeroso; también es bueno para que la seguridad y las barreras de protección sean mayores, el hecho de tener una extensión propia visualizará y situará a la web exactamente en la franja de mercado que le corresponde.
Esta nueva normativa hará que muchas empresas puedan elegir con, casi, total libertad, el dominio que utilizarán. Algo que permitirá dar rienda suelta a la imaginación de los creadores que darán miles de vueltas a su cabeza antes de dar con el dominio perfecto para que su empresa sea más llamativa a través de la red.
Algunos dominios ya empiezan a ser conocidos. Por ejemplo, .edu, para las instituciones académicas superiores ya está siendo muy usado, sobre todo, en Estados Unidos. En el país norteamericano son muchas las universidades que están gastando importantes cantidades de dinero para poder utilizar este dominio.
También .xxx, seguramente por la obvias connotaciones que tiene, es otro de los que está más en boca de todo el mundo. Este, lógicamente, servirá para delimitar las páginas que contengan expreso contenido para adultos.
Aunque todavía no está siendo utilizado, uno de los más sonados es el cambio de dominio en las empresas de poker. La gran proliferación de este tipo de páginas en la red, está llevando a pensar que sería oportuno que dispusieran de un dominio propio.