Si tienes un negocio online, seguro que dedicas bastante tiempo a preparar newsletters, promociones y campañas para enviar por correo electrónico a tus listas de contactos.
Las acciones de emailing son muy importantes para tu negocio, ya que van dirigidas a usuarios que han demostrado un interés previo por recibir noticias y novedades sobre tu producto o marca. Pero aún conociendo su potencial, son muy pocos los que realmente saben sacar el máximo partido a estos envíos a los que dedican no sólo esfuerzo sino también tiempo y, por tanto, dinero.
Lo primero que hay que estudiar son las diferentes herramientas que existen en el mercado para hacer emailing. Para nada es una buena idea que hagas tus envíos desde un software simple de correo electrónico, porque no podrás comprobar si tus mails están llegando o no, ni medir la eficacia de tus newsletters ni compararla con la de campañas que hayas enviado anteriormente. Sin estadísticas sobre el porcentaje de apertura de correos, de bajas o rebotes estás trabajando a ciegas y te será imposible saber cuál es el retorno de tu inversión.
Las plataformas de cloud emailing permiten gestionar de una forma mucho más sencilla y eficaz los envíos de email marketing y transaccionales. Además, frente al emailing tradicional, el cloud emailing te permite racionalizar costes. Existen planes gratuitos con los que podrás enviar una cantidad de emails más que digna para empezar.
Teniendo en cuenta que la entregabilidad de un envío de email marketing se reduce a la mitad si un 2% de los destinatarios marca como SPAM el mensaje, merece la pena hacer lo posible por mantener una buena reputación en tus envíos.
Ésta depende de varios factores, unos los puedes controlar tú mismo siguiendo algunas sencillas pautas, entre otras…
–No usar listas prestadas, compradas o alquiladas.
–Enviar sólo a aquellos contactos que te han dado consentimiento expreso, ya sea a través de una inscripción a tu Newsletter o marcando la casilla que acompaña a un formulario online.
–Sacar de las listas los emails rebotados o que dan error.
–Evitar palabras que puedan ser consideradas como SPAM en el asunto del mensaje.
-Incluir en una posición claramente visible del envío la opción de darse de baja.
Los factores que son más complicados de controlar tienen que ver con las reglas y recomendaciones antispam -en constante cambio-, la configuración SMTP y otras cuestiones técnicas que tienen que ver con la reputación IP del remitente.
Desde luego que es mucho más cómodo dejar que se ocupe de esto un proveedor de servicios de cloud emailing… te permitirá centrarte en el seguimiento de tus envíos a través de los informes y estadísticas en tiempo real –incluso desde dispositivos móviles-; redirigir tu estrategia y pasar al plan B si los resultados no están siendo los esperados.
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