Del post de hace unas semanas titulado Autónomos y la Huelga del 29 hemos recibido una buena cantidad de comentarios. Después de encontrar diversas opiniones, una de las conclusiones a las que se llega es que a pesar de que no se esté del todo de acuerdo con la huelga (quién convoca, por qué se convoca, en qué momento se convoca…) parece que hoy por hoy es la única forma que le queda al ciudadano medio para dejar claro que no está de acuerdo con cómo se están haciendo las cosas.
En concreto el comentario de Alexandra: “¿cuál es la alternativa a la huelga? ¿No temes que cuando realmente decidamos hacer algo, no nos queden ya derechos que defender?”.
Y la verdad es que es una buena pregunta. ¿Cuál es la alternativa para aquellos que no están de acuerdo con la huelga pero tampoco lo están con la situación actual?
Desde un punto de vista teórico e idealista tenemos “el poder de las urnas”… Sin duda la esencia de una democracia es que el pueblo elige. Pero esta teoría se refiere a la Democracia directa, que yo creo que el único país que se acerca un poco a ella es Suiza. En el mundo occidental vivimos bajo una Democracia representativa, mucho mejor que una dictadura, pero en la que apenas el ciudadano tiene posibilidad de opinar: tan solo una vez cada cuatro años y sin garantías de que a quien vote vaya a tenerle en cuenta a partir de ese día.
Por eso se vienen desarrollando sistema de protesta ciudadana; desde las huelgas generales a los movimientos cívicos, como hazteoir, que tanto auge han tenido en estos últimos años.
Bueno, pues las nuevas tecnologías también nos traen nuevas formas de movilizarnos como individuos para “dar capones” a los políticos que se desmanden, para manifestar lo de acuerdo o no que estamos con alguna medida, o lo que nos interesa que se ponga en marcha.
En el propio comentario ya mencionaba la iniciativa actuable, que acaba de ponerse en marcha, que parece enfocarse hacia reivindicaciones bastante particulares. Otra plataforma que lleva más tiempo funcionando es voota, centrada precisamente en temas políticos. Puedes, desde calificar a los políticos, sus acciones o incluso proponer medidas concretas. En ambos casos, es necesario que te registres para poder votar y opinar.
Claro, este tipo de plataformas no tienen apenas un año de vida… pero en el momento en que su uso se extienda… realmente se pueden convertir en verdaderos medios para controlar al gobierno.
Así que quien esté preocupado por encontrar alternativas a las huelgas, puede ayudar a dar visibilidad a este tipo de plataformas para avanzar hacia una sociedad más democrática y autónoma.
Sin duda una de las apuestas más interesantes en el tema de alcanzar algún día la democracia directa es la propuesta por el Partido de Internet. Veremos qué acogida tiene en las próximas elecciones del 2012.
Alternativas hay… pero lo importante es informarse bien de cómo funcionan e implicarse en su difusión y utilización.