Omnicanal u omnicanalidad: ¿moda pasajera o estrategia efectiva de marketing?
En pocas décadas el mercado ha evolucionado de la unicanalidad a la multicanalidad; más recientemente, gracias al impulso de internet, el foco ha virado hacia la omnicanalidad.
Sigue leyendo para comprender estos conceptos y cómo aplicarlos en tu negocio.
¿Qué es la omnicanalidad?
“Omni” significa “todo”. Por tanto, la palabra omnicanal u omnicanalidad corresponde con “todos los canales”.
Es una estrategia de venta global donde las fronteras, o diferencias entre canales, es muy sutil. Desaparece la rigidez. El foco se pone en el cliente.
¿Por qué omnicanal?
Los hábitos de los consumidores han cambiado. Hoy día es frecuente acudir a una tienda online para ver el producto, comprarlo por internet, recogerlo en una tienda física y volver al canal online para dejar una opinión.
Esa omnipresencia del consumidor aconseja implementar una estrategia de omnicanalidad en la empresa. Los clientes ya no responden a las estrategias rígidas.
La omnicanalidad se adapta al cambio de hábitos de los consumidores, potencia la imagen de marca e incrementa las ventas.
Unicanalidad, multicanalidad y omnicanalidad: ¿cuáles son las diferencias?
La unicanalidad se basa en un único canal de venta y de comunicación. Una tienda y una única forma de vender. Fue el método más aplicado en los años 80 y aún hoy sobrevive en ciertos sectores.
La multicanalidad incrementa las opciones. El cliente puede adquirir un mismo producto por varios canales: tienda física, por internet, por teléfono, por catálogo… En cada uno de ellos recibirá distinto servicio, pudiendo variar los precios y las ofertas. En el multicanal cada parte funciona de forma independiente.
La estrategia omnicanal va un paso más allá. Las líneas entre los canales se atenúan, el foco se centra en el cliente. Importa la venta y la experiencia de compra, independientemente los canales.
¿Cómo crear una estrategia de omnicanalidad efectiva y realista?
Algunos emprendedores asocian la omnicanalidad con una estrategia de marketing prohibitiva a nivel de costes. Y en parte es así, las grandes empresas dedican ingentes cantidades de recursos a este tipo de estrategia.
¿Tiene sentido aplicar la omnicanalidad en el retail o pequeño comercio?
Por supuesto. La mayoría de comercios pueden implementar una estrategia omnicanal para progresar en el contexto actual de mercado sin que ello comprometa el balance de su negocio.
Cambia el enfoque
La falta de recursos puede compensarse con una estrategia omnicanal creativa, de ahí que insistamos tanto en la importancia de una buena formación online para autónomos.
Tu cliente debe ser el epicentro de la estrategia. Identifica sus necesidades e intereses. Recopila la máxima información posible y hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son sus hábitos de compra?
- ¿Qué canales utiliza para informarse?
- ¿Dónde prefiere realizar cerrar la compra?
- ¿Cuáles son los canales preferidos para la entrega del producto?
- ¿Qué es lo que más valora tu cliente objetivo?
- ¿Cómo superar sus objeciones?
Permite el cruce de canales
La independencia de los canales comerciales empeora la experiencia de compra. Una vez detectes las necesidades de tu buyer persona, integra las distintas vías de venta y de comunicación en tu empresa.
Crea puentes que simplifiquen el proceso de compra. Sé coherente con la estrategia de marketing. Recuerda que el cliente debe ser el centro de la estrategia.
Almacena la experiencia del cliente
Para ofrecer la mejor experiencia de compra necesitas comprender los hábitos de tus clientes de principio a fin.
Recopila información sobre sus gustos y necesidades de forma recurrente. Porque la estrategia omnicanal puede variar. Porque en el mundo online todo evoluciona a velocidad de vértigo.
Identifica sus inquietudes. Ofrecerles la mejor experiencia posible.