Emprender después de los 40 supone en la mayoría de los casos un cambio de vida a todos los niveles. Lo normal es haberse pasado una buena parte de esos 40 años trabajando por cuenta ajena y te habrás acostumbrado probablemente a un determinado estilo de vida en donde, si bien es cierto que ya no hay nada seguro, muchas cosas son predecibles y con el paso del tiempo es posible que hayas definido incluso una serie de rutinas que marcan tu día a día. Hay digamos una cierta estabilidad.
Si lo que haces es continuar por cuenta propia la misma actividad que has venido haciendo hasta ahora por cuenta ajena, el cambio es menos drástico que si has decidido reinventarte profesionalmente y desarrollar una nueva actividad. En este último caso habrás tenido que pasar un período más o menos largo de formación que vamos a llamar “técnica”.
Pudiera parecer que, tanto en un caso como en otro, con sólo saber de lo estrictamente inherente a tu profesión es suficiente para desarrollar un negocio. Pero la verdad es que no y cuanto antes lo asumas y le pongas remedio, antes estarás en condiciones de despegar.
Son muchos los errores que se cometen al emprender por primera vez después de los 40 (en mi seminario “Los 13 errores que no debes cometer y cómo evitarlos para emprender con éxito después de los 40” te hablo en profundidad de cuáles son los principales), pero el 100% de ellos no tienen nada que ver con lo que es tu profesión en sí, incluso aunque te hayas reinventado y pienses que eres un novato sin experiencia. Esa es la parte más sencilla.
Los errores tienen que ver con no acabar de asumir que tienes que entrenar otras áreas que poco tienen que ver con tu profesión y que son muchísimo más importantes. Me refiero a:
- Tu mentalidad: este cambio es primordial y es la base de todo lo demás. Cuando eres empleado piensas de una manera distinta a cuando eres empresario por una sencilla razón y es que tu rol ha cambiado. El trabajo ahora lo tienes que traer tú y eso requiere como digo, pensar de manera diferente para poder llevar a cabo acciones diferentes.
- Vender: traer trabajo implica encontrarlo primero y conseguirlo después y eso pasa irremediablemente por darse a conocer y vender.
- Dirigir y gestionar: ahora eres tu propio jefe y no estás planificando una tarea o un trabajo, sino un proyecto empresarial de cuyo éxito va a depender que comas o no. En otras palabras, antes cobrabas pasara lo que pasara. Ahora también solo que si sale bien cobras dinero y si sale mal lo único que cobrarás serán palos;-).
Teniendo en cuenta estos 3 aspectos, son también 3 los mayores obstáculos con los que, bajo mi punto de vista y porque he pasado por ello, te vas a encontrar o llevarás tiempo atascado dependiendo de si estás empezando o si ya llevas un tiempo, porque lo cierto es que ninguno de los 3 se supera de la noche a la mañana.
Estos 3 obstáculos has de mirarlos como algo positivo e incluso necesario, porque son precisamente los que van a marcar tu proceso de aprendizaje y de transición de empleado a emprendedor. Y créeme, cuando superas los 3 estás en condiciones de comerte el mundo y llevar a buen puerto tu proyecto empresarial.
Por supuesto que habrá muchos más obstáculos después con los que tendrás que lidiar y seguirás aprendiendo a medida que tu negocio vaya creciendo, pero lo cierto es que estas 3 barreras iniciales son clave. Considéralas por tanto, como el rito de iniciación o las pruebas de acceso a tu nueva vida;-). Mientras no las superes seguirás en bucle y atascado, créeme.
1.Pasar de lo seguro a la incertidumbre
Mientras no aprendas a sentirte como pez en el agua en un entorno de incertidumbre y te hagas amigo de ella no vas a conseguir avanzar porque a partir de ahora va a ser tu compañera de viaje quieras o no quieras. Al principio, sé lo que pasa, quieres controlar el resultado, que cuando hagas A salga B a la primera, pero lo normal es que salga C y tengas que volver a empezar para hacer los ajustes necesarios que te lleven a dar en el clavo. Se trata de que aprendas a tener un pensamiento científico en el que el error es sinónimo de aprendizaje y acercamiento a la solución final (como Edison con la bombilla).
Este obstáculo sólo se supera de una manera: con perseverancia y cintura. Se trata de que hagas las cosas con una finalidad muy concreta (no de que las hagas al tun tun a ver si hay suerte), y de que ensayes mil y una maneras hasta llegar al resultado que deseas.
Importantísimo por tanto marcarte objetivos, definir estrategias para lograrlos y ser flexible para cambiar esas estrategias y probar otras nuevas. Eso sí, date un tiempo porque nada funciona de la noche a la mañana, pero tampoco te eternices esperando que las cosas cambien. Lo que no funcione, simplemente anota lo aprendido y continúa probando otra cosa.
Perseverar no es empeñarse en que funcione algo que te está dando muestras de que no funciona, sino empeñarse en conseguir algo y estar abierto a lograrlo de manera diferente a como inicialmente lo habías pensado.
2.No tener habilidades comerciales previas
Cuando se emprende después de los 40 es muy habitual no haber desarrollado previamente ninguna labor comercial (ese fue mi caso también). E igualmente es muy habitual tratar de zafarse de vender a toda costa porque vender es algo que nos hace vulnerables porque nos enfrenta al rechazo y además hay que saber cómo hacerlo. Por lo tanto la solución está clara: o aprendes o aprendes. No tienes alternativa. Lo de que otro lo haga por ti no suele ser una buena solución porque nadie como tú conoce lo que haces y lo que puedes aportar con ello. Además piensa que quien venda tu servicio ha de ser además un evangelizador de tu marca, con lo cual nadie mejor que tú para hacerlo.
Así que, fórmate, pero a la hora de hacerlo has de tener muy presente que las técnicas de venta sólo vas a estar en condiciones de ponerlas en práctica cuando rompas con tus prejuicios sobre la venta y cambies las creencias que tengas sobre ellas. De nuevo, la mentalidad de la que te hablaba al principio de este artículo, es una pieza fundamental. En mis programas es lo primero que trabajo con mis clientes porque quedarse sólo en la parte técnica de la venta no arregla nada. Sólo cuando empiezas a amar la venta empiezas a vender. Y cuando vendes es cuando ganas dinero. (Perogrullo dixit;-)).
3.Tener a tu entorno en contra
De los 3 obstáculos este es el más complicado de superar, bajo mi punto de vista, porque implica romper o modificar muchos lazos emocionales y afectivos. Es muy fácil que tu entorno más cercano no te apoye, que te sientas un bicho raro y que haya gente que se aleje de ti y de la que tú te alejes. Lo sé, eso duele.
Pero tienes que verlo como que en el fondo, forma parte de la normalidad por una sencilla razón: estás evolucionando y transformándote en otra persona diferente. Con otras metas, con otras inquietudes en la vida y necesitas rodearte de nuevas personas que sean afines a ti y te impulsen. Ya sabes, cuando tú cambias, tu entorno cambia. De tu antiguo entorno habrá una parte que la abandonarás y otra que recolocarás en un lugar diferente y a medida que avances verás que todo se coloca en su lugar.
Date tiempo con este tema y no te empeñes en que te entiendan. Enfócate en la fuerza de tu deseo para emprender, de tu proyecto y ten muy claro tu “para qué”, saca tu coraje, porque es lo que te va a dar la fuerza para seguir adelante contra viento y marea.
En mi seminario “Los 13 errores que no debes cometer y cómo evitarlos para emprender con éxito después de los 40” , basado totalmente en mi experiencia, te amplío toda esta información para que realmente construyas tu negocio sobre una buena base desde el principio y te ahorres tiempo y dinero en tu aventura.
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