España es uno de los países con más bares, restaurantes y bodegas por metro cuadrado. Quizás tú te dedicas a trabajar en uno de ellos o tu familia tiene un establecimiento de este tipo. O puede que estés al otro lado y te dediques a la venta como distribuidor de bebidas o alimentación… Además, debemos tener en cuenta que la gastronomía y la enología son tendencia. Grandes nombres como Ferran Adrià o la gran oferta de catas de gin-tonic o de vino, son el ejemplo de ello.
Si lo hacemos bien, podemos sumarnos a esta tendencia y hacer crecer nuestro negocio, siempre que nos diferenciamos de la competencia. Es por eso que quiero compartir algunos consejos de comunicación y marketing gastronómico y enológico.
El primer consejo que os quiero dar, es que trabajéis la diferenciación. ¿Qué nos puede diferenciar de los demás? A veces la fórmula para encontrar este valor añadido está en juntar nuestro hobby con nuestra faceta profesional.
En nuestro caso, trabajamos con una clienta cocinera a la que le gustaban las flores y la botánica. Así que hizo de ello su profesión; integró en sus platos las flores, las hierbas y ahora la conocen como la cocinera de las flores. Además de sentirse apasionada por su trabajo, le ha servido para captar su valor diferencial, la atención de los clientes, de los medios de comunicación e incluso de los fotógrafos, porque disfrutan haciendo fotografías de sus platos. Te recomiendo que no entres en la competición por el precio, puede restarle valor a tu producto.
Mi segundo consejo es que comuniques tu pasión. Estoy convencida de que dedicas muchas horas y esfuerzo a tu establecimiento, pero quizá no lo transmites de la manera adecuada. Si te pregunto: “¿Por qué te dedicas a ello?” Me puedes responder: “porque me encanta hacer croquetas”. Pero esta respuesta no genera facturación. Si en cambio me respondes; “me encanta hacer croquetas para que mis clientes recuerden los sabores de su infancia”, esto me inspira y me genera una emoción.
Los seres humanos actuamos por emociones. Adquirimos cosas por el status, para sentirnos guapos, por ejemplo. Pues trabaja con este subconsciente y cuando comuniques tu pasión, transmítela, inspírala e intégrala en las personas.
Mi tercer consejo va relacionado con esto. Todo lo que comuniques construye la marca de tu establecimiento. Piensa por ejemplo en el olor, en el servicio, en la manera que tienes de comunicar o en las cartas.
En mis discursos, siempre dedico mucho tiempo a hablar del diseño de las cartas, pero sobretodo en su jerarquización para resaltar aquellos productos que a nosotros, por ejemplo, nos sean más rentables. De modo que ten en cuenta desde las tarjetas de visita, hasta el packaging, el uniforme que lleva tu servicio… porque todo comunica.
Y mi cuarto consejo es que abras miras y pienses en todos los soportes que pueden comunicarte, porque a veces no necesitas una inversión extra. Simplemente imprimiendo en las servilletas del restaurante, por ejemplo, las críticas de los gastrónomos más importantes o aprovechar las paredes para colgar premios, recortes de prensa… cualquier cosa puede ser un apoyo más de tu comunicación.
Así que no pienses únicamente en las típicas tarjetas de visita, en las páginas web o en las fan page de Facebook.
Recapitulando, cuatro consejos que quería compartir con vosotros: sé diferente, comunica y haz partícipe a los clientes de tu pasión, trabaja la marca y la personalidad -el branding- y, cualquier soporte te puede servir de ayuda para comunicar y puede ser aprovechado, con la mínima o nula inversión.