Duele reconocerlo, pero estamos perdiendo el foco. La escritura robótica se expande en la red con la esperanza de conquistar a Google. ¿A quién no le trae un poquito de cabeza la pesadilla del posicionamiento SEO? El problema es que seguir al pie de la letra las reglas del gigante de Internet tiene sus consecuencias y, la más grave, es que el lector o el cliente potencial pase de largo.
Sí, sí… Ya sé que en la era digital que nos ha tocado vivir sin un buen posicionamiento no eres nadie. Pero párate por un momento y hazte esta pregunta: ¿de qué te sirve ser visible si tu lector no soporta leerte durante más de 4 segundos? Puede que ganes muchos clics, pero sin textos pensados para el ser humano, la conversión y la influencia –que es lo que realmente interesa a una empresa- estarán muy lejos de tu alcance.
El lector es duro de roer
Por lo general, los usuarios de Internet más que leer, escanean. En la red, la competencia es enorme y el tiempo es oro, así que solo tienes unos pocos segundos para convencer a tu lector o potencial cliente de que debe quedarse contigo. Si no percibe interés o utilidad en lo que le estás contando, rápidamente dará media vuelta.
Esta teoría la confirma un estudio publicado ya en el año 2006 por Jakob Nielsen, que establece un patrón de lectura en forma de F. Es decir, en lugar de leer palabra por palabra, como en un libro, en los textos online el usuario echa un vistazo horizontal a las primeras líneas. Después, escanea horizontalmente un párrafo menor situado más abajo y, finalmente, hace un movimiento vertical en la parte izquierda. Si le ha gustado, permanece; si no, echa marcha atrás y vuelve al universo Google.
Otro estudio del mismo autor, publicado un par de años más tarde, refuerza esta idea al afirmar que el 17% de los visitantes de una web están menos de 4 segundos en la página y solo el 4% permanece más de 10 minutos. La gran mayoría de los usuarios únicamente leen entre un 20% y un 28% del texto.
La verdadera pesadilla del posicionamiento SEO: ¿Se puede contentar a Google y al lector?
En cierto modo, sí. Hay saber encontrar el término medio aplicando un poco de sentido común. Por suerte, el algoritmo de Google se perfecciona cada vez más para posicionar el contenido de forma natural. En cualquier caso, conviene seguir estas recomendaciones:
– Utiliza palabras claves
Tener bien identificadas en el texto las palabras clave ayuda tanto a Google como al lector. No obstante, el uso de las keywords ha cambiado. Sigue siendo muy importante que aparezcan en los títulos y las etiquetas de las imágenes, pero no tiene sentido repetir los mismos términos hasta aburrir porque ya hemos dejado de buscar de ese modo. Ahora hacemos preguntas al buscador esperando encontrar una respuesta. En ese sentido, las palabras clave permiten a Google a identificar el contenido y lo mismo ocurre con el lector cuando escanea el texto.
– No te extiendas escribiendo si el tema está agotado
El tiempo de permanencia en una página tiene premio, incluso en Facebook. Sin embargo, es un error exigirse una extensión mínima en cada post. Hay temas interesantes que se pueden escribir en 400 palabras. ¿Crees que si les dedicas 1000 el lector va a pasar más tiempo en tu web? ¡Te equivocas! Solo conseguirás aburrirlo.
Si quieres aumentar el tiempo de permanencia, tienes la opción de escribir guías o entradas extensas cuando el tema lo permita. En otras ocasiones, para contenidos ligeros, deberías optar por enriquecer el texto breve con un vídeo o una infografía.
– Haz los textos atractivos visualmente
Utiliza las negritas para resaltar lo más importante, incluye un subtítulo, crea diferentes apartados o enumeraciones con palabras clave y no te olvides de las imágenes o vídeos. Estas pautas te ayudarán a estructurar mejor el contenido de cara al lector, pero además contribuyen al posicionamiento SEO.
– Facilita la lectura
Para enamorar al internauta, hay que ponérselo muy fácil. El estudio de Nielsen lo confirma. Por eso, es aconsejable que utilices frases cortas, verbos en activa y un tono cercano. Además, los primeros párrafos son determinantes, así que esfuérzate para que sean cautivadores.
¿Preparado para ponerlo en práctica?