El segundo informe del Estudio sobre la situación del autónomo en la crisis del COVID-19, elaborado el pasado mes de mayo por Infoautónomos y la Universidad de Granada sobre una muestra de 1.553 autónomos, deja datos reveladores sobre los efectos de la pandemia en la actividad de los autónomos y la valoración que realizan estos últimos de las medidas extraordinarias aprobadas por el Gobierno a las que se han acogido más de la mitad de los autónomos, el 54%.
El aplazamiento de la cuota de autónomos, entre las medidas peor valoradas
De entre estas medidas destaca la prestación por cese de actividad a la que se han acogido el 32% de los autónomos y un 60% del conjunto la valora positivamente considerándola “adecuada” en la coyuntura del COVID-19.
La prestación por cese de actividad, con una cuantía mínima de 661 euros, está vinculada a la exoneración del pago de la cuota a la Seguridad Social a la que no se han podido acoger los autónomos sin suspensión de actividad de forma temporal o que no hayan acreditado ante su mutua, la entidad reguladora de la prestación, una reducción de ingresos de al menos el 75%. Para parte de estos autónomos, el Gobierno aprobó en abril el aplazamiento del pago de la cuota de autónomos de los meses de mayo, junio y julio pero la medida no ha tenido un buen calado ya que un 50% de los autónomos la tilda de “mala” o “regular”.
La cuota de autónomos es una de las cargas más pesadas del trabajador autónomo. Actualmente parte de un importe mínimo de 283,30 euros, marcado por la base de cotización elegida, que no se ajusta a los ingresos del autónomo. Por ello, el Estudio sobre la situación del autónomo en la crisis del COVID-19 revela que el 78,5% de los autónomos propone ligar la cuota a la Seguridad Social a la facturación para evitar la economía sumergida y mejorar el sistema de cotización.
Las medidas fiscales para frenar la crisis del COVID-19 no tienen el efecto esperado entre los autónomos
El aplazamiento del pago de deuda tributaria durante seis meses y sin intereses de demora en los cuatro primeros meses así como la ampliación del plazo de presentación de impuestos más allá del 20 de abril forman el grueso de las medidas extraordinarias puestas en marcha por el Gobierno para incrementar la liquidez del autónomo. Sin embargo, más del 50% de los autónomos considera esta última medida mala o muy mala. Este porcentaje que refleja el descontento del autónomo se incrementa hasta el 65% si hablamos de la valoración sobre la moratoria fiscal.
Pese al cese de actividad, las medidas son insuficientes para un 90% de los autónomos
El segundo informe del estudio pone de manifiesto que los autónomos esperaban una mayor respuesta por parte del Gobierno frente a los efectos del COVID-19. Solo un 10% de los autónomo cree que las medidas aprobadas han sido suficientes para hacer frente a los embistes del COVID-19.
Pese a todo ello, la mitad de los autónomos valoran positivamente las medidas puestas en marcha aunque una amplia mayoría valora negativamente la burocracia y los tiempos de respuestas por parte de la Administración en la concesión de las ayudas.
Estas son solo algunas de las conclusiones del segundo informe del Estudio sobre la situación del autónomo en la crisis del COVID-19. Puedes conocer todos los resultados del primer y segundo informe accediendo a la página de descarga del estudio.