Hay veces en que a uno se le queda cara de tonto al enterarse de determinadas cosas y esto es lo que me ha pasado esta última semana al conocer las prácticas fiscales de las grandes multinacionales americanas de sector tecnológico y de internet, cuya ingeniería financiera y fiscal les permite eludir legalmente el pago de impuestos fuera de EEUU, con el consiguiente perjuicio a las arcas públicas de casi todos los países, España incluida.
Según el artículo “Google, Apple y Microsoft pagan impuestos mínimos fuera de EEUU” publicado en El País, Apple sólo paga el 2,5% de impuestos sobre los beneficios generados fuera de EEUU, Google el 3,2% y Microsoft el 8,3%.
Así que en la práctica nos encontramos con que cualquier autónomo o pyme española que pague religiosamente su IRPF o impuesto de sociedades, está contribuyendo a Hacienda en mucha mayor medida que estos tres gigantes a los que están siguiendo otro como Facebook o Amazon.
Sus beneficios en España escapan al control del fisco al tributar desde otros países, particularmente Irlanda, donde el impuesto de sociedades es del 12,5% pero donde lo más atractivo es que existen rendijas legales por las que es fácil escaparse y trasladar el beneficio casi íntegro a paraísos fiscales como las Islas Bermudas o las Islas Vírgenes.
Es una práctica legal amparada en la legislación irlandesa y en la incapacidad de la Unión Europea para armonizar su espacio fiscal, que resulta especialmente sangrante al compararla con el rigor con que actúa la Agencia Tributaria con los autónomos y las pymes.
Alejandro Suárez, reputado empresario y business angel del sector internet, profundiza en el análisis de estas prácticas y aporta datos sorprendentes en su interesante e inquietante nuevo libro, “Desnudando a Google”. Como que por ejemplo el beneficio de Google Spain SLU fue en 2009 de tan solo 49.876 € al desviar la facturación a Irlanda, aunque según estima el autor la facturación que consigue Google en España puede alcanzar ¡de 500 a 550 millones de euros!.
Con un margen de beneficio del 20% eso supondría pagar al menos 30 millones de euros en impuesto de sociedades. Que bien podría ser más si el margen fuera mayor. Y a saber lo que le correspondería pagar a Apple y Microsoft, con facturación y beneficios mucho mayores a los de Google. Entre los 3 no sería descabellado pensar en una inyección de más de 200 millones de euros al maltrecho fisco español.
La explicación de Google es que al no tener los servidores en España o en otros países grandes de la Unión Europea, no debe tributar aquí. Cierto, su división española actúa sólo como fuerza de ventas, pero Google domina ampliamente el sector español de la publicidad en internet, un mercado de empresas españolas que contratan servicios para llegar a sus clientes españoles.
Cuando el mundo global cambia las reglas del juego y las leyes no funcionan es necesario revisarlas y estos ejemplos ponen de relieve la necesidad de revisar la política fiscal europea y también la relativa a la utilización de servicios online en la nube alojados en servidores extranjeros.
Y para ello quizás debamos revisar el funcionamiento de la Unión Europea en su conjunto ya que en el mundo global los viejos Estados Nación europeos, además de ver su deuda pública azotada en los “mercados”, se ven claramente superados por estas multinacionales que pagan a los mejores expertos en ingeniería fiscal global para encontrar la rendija por la que eludir el pago de impuestos, algo que ni sucede ni se permiten hacer en EEUU. ¿Hasta cuándo?