El nombre comercial de un autónomo es la denominación bajo la cual opera su negocio o actividad profesional, y generalmente es el nombre que lo identifica en el mercado.
A diferencia de la razón social, que en el caso de un autónomo corresponde a su nombre y apellidos, el nombre comercial es una elección personal que puede reflejar la marca o el tipo de servicios que se ofrecen.
Pueden surgir algunas dudas al respecto, como nos comentaba una lectora:
Me voy a hacer autónoma y me gustaría saber si puedo tener mi propio nombre comercial, ya que he leído que es una identificación de una empresa y yo no voy a tener una.
El nombre comercial no tiene las mismas formalidades legales que la razón social de una empresa y no requiere inscripción en el registro mercantil, pero debe ser único y no debe causar confusión con otros nombres comerciales ya registrados.
¿Por qué registrar un nombre comercial si eres autónomo?
Tener un nombre comercial es una elección estratégica que puede ayudar a una marca a transmitir su imagen, propósito o especialización en el mercado.
Por esta razón, es una herramienta clave para la diferenciación y la promoción de una empresa, pero dependerá de la actividad de cada autónomo elegir si registrar su marca comercial o si limitarse al uso de la razón social.
Facturar como autónomo con nombre comercial
Si bien un autónomo tiene la opción de registrar su nombre comercial, es importante destacar que, en las facturas, la razón social es un requisito obligatorio, mientras que la inclusión del logotipo o del nombre comercial es opcional.
Por lo general, el nombre comercial se utiliza en actividades de publicidad, papelería comercial y otros aspectos relacionados con el negocio del autónomo.
De todas formas, si tienes un nombre comercial con un logotipo y quieres presentar un factura profesional y resultona, puedes incluirlos e incluso utilizar tus colores corporativos.
Eso sí, ten en cuenta que no te exime de incluir tus datos de facturación: nombre y apellidos, NIF y dirección completa.