Por fin ha pasado el mes de enero. La temida cuesta post-navideña duele a todos y creo que por defecto profesional, a los autónomos, un poquito más. No es que mi trabajo valga más que el de cualquier asalariado, pero es que tenemos un problema coyuntural con el IVA que nos ahoga trimestre tras trimestre y el 2012, pues ha empezado con liquidación de todo 2011 y uno se queda con el bolsillo temblando.
Leía en la prensa que Cristóbal Montoro, se había comprometido la pasada semana en “no pasar” de los autónomos. Más que nada, porque sí, en elecciones todo son promesas, pero nuestra situación profesional necesita ayuda y acciones de inmediato. De hecho, hoy 2 de febrero, podemos decir que los autónomos hemos pagado 250 millones de IVA que aún no hemos cobrado. Y aunque no lo parezca, muchos estamos con el agua al cuello por asumir unos pagos adelantando un dinero que aún no hemos cobrado. ¿Y a quién le echamos la culpa de esta situación?
Me da la impresión que todas las informaciones que aparecen llevan un claro destino, y es que todo se querrá solucionar con una reforma laboral de la que, por ahora, nadie quiere hablar pero que tarde o temprano llegará. En este caso, por mucho que prometan los políticos, queda claro que los autónomos también somos parte del juego de la economía y el empleo en este sentido, hemos de reconocer la labor de las organizaciones que representan a nuestro colectivo y que en esta última semana han sido noticia con el cariz reivindicativo como nexo común.
Por un lado, Lorenzo Amor, presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios y Trabajadores Autónomos (ATA) era noticia al avisar en unas declaraciones a la prensa que en caso de una reforma laboral, esta debería de tener una visión común donde las reivindicaciones de los autónomos también tengan cabida.
A su vez, organización de autónomos UPTA también hacía pública estos días una realidad preocupante en forma de números, indicando que los autónomos menores de 30 años cayeron un 5,5% respecto a 2010. Y es que, nuestro papel en la sociedad como agentes activadores de la economía, guste o no, es determinante y esencial. Así pues, este hecho noticioso no hace sino evidenciar que la situación contractual aprieta y mucho a los que ya estamos consolidados, pero que ahoga de primeras a los que quieren comenzar a ganarse hueco en el mercado por cuenta propia.
Con todo esto, lo que queda claro es que en 2011 hemos vivido un vaivén de altas y bajas de autónomos que se han empleado por cuenta propia por la necesidad y/o oportunidad de iniciarse en el mundo profesional bien por conclusión de estudios (en caso de jóvenes emprendedores) y también, otros que lo han hecho como vía de escape a la crisis. No obstante, sea cual fuere la causa, seguro que se han dado cuenta que más que ganar dinero, el autónomo esta condenado a subsistir si la realidad en la que vive no cambia pronto.
Así pues, ante la incertidumbre que nos afecta, desde aquí debemos de apelar al compromiso, la solidaridad profesional y la constancia en nuestras reivindicaciones; Todo sea para que las medidas prometidas por los políticos lleguen a buen puerto y que podamos desahogar nuestro día a día y reactivar la economía de manera solvente en nuestros horizontes