La prestación por desempleo es un derecho que ha sido reivindicado durante años por el colectivo de autónomos hasta que, en 2010, entró en vigor la protección por cese de actividad o, lo que comúnmente se denomina, paro de los autónomos.
No obstante, parece que ésta ha sido una medida insuficiente, ya que apenas el 18% de los autónomos que lo solicitaron consiguieron cobrar, finalmente, la prestación por desempleo. ¿El motivo? La dificultad de éstos para acreditar el cese de actividad.
Si hace unos meses en este blog nos preguntábamos sobre la pertinencia de cotizar o no por cese de actividad, ahora la Administración de la Seguridad Social se plantea estudiar una revisión de las condiciones necesarias para que los autónomos puedan cobrar el paro de los autónomos.
Recodemos que se trata de una prestación por la que se cotiza de forma voluntaria, aplicando un tipo adicional del 2,2 por ciento sobre la base imponible, durante al menos doce meses desde que la medida fue aprobada, por lo que los primeros receptores de la prestación pudieron hacerla efectiva en noviembre de 2011.
No obstante, efectuar su cobro es toda una odisea para aquellos que, habiendo cotizado por ésta prestación, deciden solicitarla, ya que para ello es necesario acreditar debidamente el cese de la actividad profesional en base a unos determinados supuestos legales y aportando una gran cantidad de documentación que, además, debe ser valorada y admitida como válida y suficiente. A la dificultad que entraña este trámite, se le suma, en muchos casos, la predisposición de la mutua con la que se haya contratado la prestación por cese de actividad, y esa predisposición no suele ser la mejor.
Es por ello que, tras las reivindicaciones de muchos colectivos de autónomos ante la ineficacia de la medida, la Administración haya decidido estudiar una forma para facilitar el acceso a esta prestación y la mejora de sus condiciones.
Si hasta ahora un autónomo que haya cotizado por este seguro social entre 12 y 17 meses sólo tenía derecho a dos meses de prestación, se prevé fijar la duración de ésta en función del tiempo cotizado y la edad del beneficiario, y no en otro aumento automático de dos meses adicionales.
Además, se procederá a replantear los requisitos para justificar el acceso a la prestación, además del acceso a cursos de formación y orientación profesional. Una noticia esperanzadora para los muchos autónomos que, en los últimos tiempos, se ven incapaces de proseguir con su negocio ante las dificultades económicas por las que atraviesan. No obstante, será necesario esperar a que se concreten éstos cambios apenas esbozados para poder determinar el verdadero alcance de la medida.
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