2.997.806. Ésa es la cifra de afiliados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) correspondiente al mes de febrero de 2013 y que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social hizo pública el pasado martes. Una cifra negativa para el colectivo ya que, por primera desde el año 2003, y han pasado diez años, el número de autónomos baja de tres millones, hecho que las asociaciones de autónomos ya han denunciado públicamente.
De acuerdo con los datos ofrecidos, durante el pasado mes se perdieron una media de 400 trabajadores autónomos al día en España, siendo los sectores de la Construcción y el Comercio los más afectados, con un descenso de 4.140 trabajadores el primero y 2.791 el segundo lo que, en conjunto, representa 6 de cada 10 bajas cursadas en el RETA.
Por su parte, los sectores que mejor han capeado el temporal se corresponden con los de Educación y Asistencia Sanitaria, que consiguieron registrar un saldo positivo a finales de mes. Un minúsculo rayo de esperanza para un sector que, durante los dos primeros meses del año 2013, ha cursado la baja de más de la mitad de todos aquellos autónomos que se dieron de baja en la Seguridad Social durante el pasado año.
No obstante, y tal como indicamos en nuestro artículo sobre la evolución de los autónomos en España, el porcentaje de profesionales independientes respecto del total de trabajadores en activo aumenta de forma leve, pero constante, y alcanza el 18,56% en el mes de febrero, lo que significa un incremento de una décima y media en los últimos dos meses, ya que el ritmo de destruccion de empleo entre los autónomos ha sido menor que entre los asalariados.
Una cifra discreta, pero reflejo de la tendencia del autoempleo como alternativa a un mercado laboral paralizado. Sin embargo, quizá la discreción de ésta cifra puede ser síntoma de que ésta no es la solución definitiva en la lucha contra el desempleo.
Prueba de ello es que el emprendimiento por “necesidad” y no por una oportunidad de negocio real ha llevado a un alarmante crecimiento del ritmo de destrucción de empresas. Por ello, se hace cada vez más necesaria la aprobación de una Ley de Emprendedores que, tras las medidas para pymes y autónomos anunciadas por el Gobierno, muchas de ellas aprobadas ya en un real decreto-ley, sea capaz de unificar bajo un mismo texto (y contexto) todas éstas iniciativas y dar, de una vez, el impulso definitivo a los emprendedores y pymes como generadores de riqueza y empleo.
#LeydeEmprendedoresYa
Imagen: FreeDigitalPhotos