Según ha anunciado recientemente el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, la tan demandada y esperada Ley de Emprendedores se aprobará a principios del 2013.
Pese a que hace unas semanas, durante el proceso previo a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, parecía que esta posibilidad se había desestimado en favor de un Plan de Emprendedores, el Ejecutivo ha asegurado la puesta en marcha de esta ley que, en principio, iba a ser aprobada antes de que terminara el verano, según palabras de Soraya Sánchez de Santamaría.
Hace ya unos meses que en este blog reflexionamos sobre la Ley de Emprendedores, una promesa electoral del Gobierno que ha tardado más de un año en anunciarse. Una ley que se planteó como una solución para que pymes y autónomos pudieran salir de la crisis a través de incentivos fiscales, eliminación de la burocracia, internacionalización y acceso al crédito.
Ahora bien, a día de hoy, ¿qué sabemos sobre la futura ley y qué es lo que se espera de ella?
Pues sobre la futura ley se conocen pocos datos seguros. La demora en la aprobación de esta ley ha dado lugar a que muchos de los supuestos incluidos en el paquete de medidas anunciado inicialmente se hayan desarrollado en otras normativas paralelas, como la Reforma Laboral o la Ley Antifraude.
En principio, la norma debía introducir medidas como el pago del IVA por parte de los autonómos cuando cobrasen una factura de la Administración y no el el momento de su emisión.
Además, según adelantó el Ministerio de Economía y Hacienda en el mes de mayo, la futura ley incluiría una reducción del 50% en la cotización de los autónomos que se encuentran dados de alta de forma simultánea en el Régimen General de la Seguridad Social y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y aseguró que esta medida podría beneficiar al menos a 115.000 autónomos, lo que tendría una incidencia positiva en el número de afiliaciones.
Asimismo, la Ley de Emprendedores también iba a abrir la puerta a la compensación tributaria, por la que los autónomos podrían saldar las deudas contraídas con Hacienda a cambio de dar por cobrada una factura impagada de la Administración. Sin embargo, semanas después ya se aclaró desde el Ejecutivo que el impago de la cuota a la Seguridad Social no se incluiría como válido.
No obstante, y pese a que no se conoce con seguridad el contenido de la nueva ley, sí se advierten los motivos y las necesidades a los que tendrá que atender su desarrollo, como la mejora de la competitividad del mercado español en el extranjero, la reducción de la tasa de paro, la agilización de los trámites para la creación de empresas y el desarrollo de un marco legal que, por fin, regule la figura del emprendedor, además de otros aspectos ya anunciados en su momento, como la mejora de acceso a los microcréditos, la creación de un fondo de capital semilla con financiación mixta o el fomento de las redes de inversores privados.
¿Qué necesita realmente la Ley de Emprendedores para mejorar la situación de pymes y autónomos?
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