Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos las mujeres a la hora de ocupar un cargo directivo es lo que en el mundo empresarial se denomina techo de cristal, que es una barrera invisible en la carrera profesional de las mujeres que es muy difícil superar y que a menudo impide continuar con el desarrollo profesional.
Esta limitación viene dada a veces por la manera de funcionar de las organizaciones y otras tantas por nosotras mismas. Y es de aplicación también a las emprendedoras, ya que por ejemplo es fácil comprobar que las mujeres autónomas son tan sólo el 35% del total.
Según un estudio de RED GEM (Global Entrepreneurship Monitor), la tasa de actividad emprendedora femenina en España se ha estabilizado en un 4.5% tras la caída que sufrió con la crisis. Este dato, contrasta con la media del estudio en el mundo, que se sitúa en el 11% y es que en 61 economías de todo el mundo se ha incrementado en un 7% en los últimos dos años.
La brecha diferenciadora que existe entre la mujer emprendedora en España y en otros países se debe en parte a la escasa ayuda que reciben por parte del gobierno para poner en marcha un proyecto. Según este estudio, las mujeres en España se sienten muy capacitadas para iniciar su propia empresa pero no cuentan con los medios y ayuda para hacerlo.
Perfil de la emprendedora española
El perfil de la mujer emprendedora en nuestro país se corresponde con el de una mujer joven, de entre 24 y 31 años, preparada y con buena vista para detectar rápidamente cualquier oportunidad de negocio. Pese a que la TEA (tasa de actividad emprendedora) en España es inferior a la de otros países europeos, se compensa con el alto porcentaje de negocios consolidados por empresarias españolas, mayor que el de la media europea.
Perfil de la Mujer Emprendedora en España | |
Edad | 25 – 34 años |
Motivación | 70% emprende por oportunidad de mercado |
Educación | Más del 50% tienen nivel educativo superior |
Expectativas de Crecimiento | Sólo un 20% espera generar más de 6 empleos en los próximos años |
Según este informe, la tasa de desempleo influye directamente en la TEA, por lo que cuanto más elevado sea el paro, por pura necesidad, crecerá el número de mujeres emprendedoras. Está demostrado que con un trabajo estable es más improbable que alguien se arriesgue a iniciar su propio negocio. Además si comparamos el miedo al fracaso, en el caso de las españolas está por encima del 50% mientras que el de los hombres está algo por debajo del 40%.
Además, el techo de cristal también afecta a las emprendedoras, ya que en muchos casos sus proyectos generan un nivel de ingresos inferior al de los hombres, lo que refuerza la importancia de medidas como la tarifa plana de 50 euros o la implantación de una cuota progresiva para autónomos que reduzcan el esfuerzo para pagar impuestos cuando los ingresos son bajos.
Tecnología para romper barreras
Actualmente en España, las mujeres ocupan sólo el 5% de los altos puestos directivos, esto es a simple vista un dato desalentador. Pero la buena noticia es que las grandes empresas tecnológicas están rompiendo con esta barrera paulatinamente.
Estas nuevas empresas conocen la necesidad y la ventaja de contar con mujeres cualificadas entre su plantilla. En el sector de la tecnología tienen una forma innovadora y flexible de entender el trabajo y esto ayuda a valorar el talento personal sin tener en cuenta el género, rompiendo con el tan odiado techo de cristal.
Este nuevo modelo de negocio basado en la profesionalidad abre las puertas a una nueva cultura empresarial donde las mujeres tenemos cabida.
Ventajas de las mujeres en el campo empresarial
En general las mujeres destacan en diversas habilidades directivas y emprendoras, tales como:
- Mayor capacidad de relaciones personales
Por lo general, las mujeres ponemos más atención a la vida afectiva, por eso contamos con una mayor habilidad a la hora de relacionarnos con otras personas, mejorando así el ambiente en la empresa. - Multitarea
Las mujeres somos capaces de hacer varias tareas a la vez ya que tenemos una gran capacidad organizativa. Mientras que la mayoría de los hombres son “monofocales” - Diversidad
Está demostrado que un equipo donde coexistan hombres y mujeres será más creativo, eficiente y habrá un mejor ambiente de trabajo.
- Trabajo en equipo
Nuestras habilidades en la empresa están más enfocadas hacia el trabajo en equipo y tendemos a compartir las tareas y el espacio.