Parece que el último Plan de Pago a Proveedores puesto en marcha por el Ejecutivo para que los autónomos puedan cobrar las deudas pendientes de la Administración ha surtido efecto: el plazo de pago se ha reducido, de media, de 144 a 129 días en los últimos 3 meses, según datos ofrecidos por un informe realizado por el Observatorio del Trabajo Autónomo de ATA.
No obstante, y pese a que es un dato a celebrar, sobre todo para aquellos que acusan graves problemas de liquidez, el descenso es insuficiente. La gran mayoría de los autónomos han de esperar una media de 4 meses para poder cobrar sus facturas. Si bien gracias al nuevo IVA de caja no tendrán que adelantar el IVA a Hacienda hasta que no las hayan cobrado, esta medida, que entrará en vigor en enero de 2014 (y cuyo plazo para solicitarla acaba el 31 de éste mes) ha arrojado muchas dudas sobre su efectividad y puede que a muchos no les compense ganar liquidez y arriesgarse a perder un cliente.
Grandes desequilibrios a la hora de cobrar
Otro aspecto que arroja es estudio y sobre el que es conveniente reflexionar es la gran desigualdad en el periodo de cobro de los autónomos de las diferentes comunidades autónomas.
Mientras que un autónomo de la Rioja, Galicia o Navarra y País Vasco es capaz de cobrar de la Administración en 33, 35 y 36 días respectivamente, los trabajadores por cuenta propia de Cataluña, Valencia y Andalucía lo tienen mucho más negro, con plazo medios de pago de 143, 142 y 140 días.
Existen también diferencias casi abismales entre los plazos de pago en función de la naturaleza de la Administración. Mientras que el periodo medio de pago de la Administración Central a autónomos y pymes es de 39 días (aunque es la Administración que menos servicios de autónomos y pymes demanda), las Comunidades Autónomas pagan en una media 140 días y los Ayuntamientos en 118 días.
Plazo de pago en el sector privado
La situación en el sector privado, aunque ofrece mejores cifras, también se aleja de los plazos establecidos por la ley. Así, el plazo medio de pago entre empresas privadas asciende a los 85 días. Pero es necesario matizar la diferencia entre el plazo de pago de las grandes empresas y de las pymes y autónomos.
Lejos de reducirse, las empresas con más de 25o trabajadores han incrementado su plazo de pago de 109 a 111 días, mientras que las de más de 1.000 trabajadores pagan a 126 días. De otro lado, parece que cuanto menor es el poderío económico del deudor, más cumplidor es éste. Esto se refleja en las transacciones entre autónomos, que son las únicas que parecen cumplir con la normativa y se mantienen en 59 días. Las micropymes (empresas de 1 a 9 trabajadores) están pagando en una media de 61 días.
Y ahora, recordemos lo que dice la ley: según la Directiva Europea de lucha contra la morosidad, que ya ha entrado en vigor, el plazo de pago de las Administraciones Públicas debe situarse en 30 días, mientras que las empresas del sector privado debe hacer frente al abono de sus deudas en 60 días.
En resumen, si bien es cierto que paulatino descenso de los plazos de pago es un dato positivo, las cifras se alejan con mucho de los planes del Ejecutivo que, allá por el mes de abril, pretendía establecer un plazo máximo de cobro para cumplir con la malparada Directiva de lucha contra la Morosidad, una lacra que sigue lastrando la actividad de miles de autónomos.
Imagen | FreeDigitalPhotos