La rebaja del 21% del IVA cultural ha sido uno de los reclamos, no solos de aquellos empresarios y trabajadores del ámbito cultural sino del conjunto de la sociedad. Pues bien, la pasada semana el Gobierno anunció una nueva medida en esta línea. La prensa y los libros digitales pasarán de gravar el 21% de IVA actual al 4% del tipo reducido, el mismo por el que tributan las publicaciones impresas y acorde con la mayor parte de los países europeos. ¿Qué significa esto para pymes y autónomos dedicados al sector?
Si bien la medida está aún en el aire y no cuenta con fecha específica de aplicación, lo cierto es que la iniciativa llega de la mano de la Comisión Europea para simplificar la tramitación del IVA y conseguir mayor recaudación junto con otras medidas, en concreto una recaudación de 7.000 millones anuales.
La iniciativa resultará beneficiosa para la actividades de la industria editorial española que desde hace tiempo reclamaban acabar con la discriminación fiscal positiva para las publicaciones en papel. De hecho, según datos del último Informe de la Federación del Gremio de Editores, la recaudación nacional del libro electrónico alcanza un 5,1% aunque las cifras varían hasta incluso el 15% según la fuente consultada.
Rebajar el IVA de forma directa y no gradual de la prensa online y el llamado ebook , tal y como anunció el gobierno, supondrá un empuje económico para el sector de las publicaciones digitales cuya tributación de IVA se equiparará con la de las publicaciones impresas. Jugando uno y otro en igualdad de ventajas ¿podría repercutir la medida negativamente en las pequeñas librerías, los comercios y quioscos de nuestro país dedicadas al libro de toda la vida?
Libro electrónico o libro impreso: consumo y ventas
Ante la pregunta anterior de quién tendrá todas las de ganar o las de perder con esta medida de rebajar el IVA de prensa y libros digitales del 21% al 4% no existe una respuesta definitiva.
Si analizamos el consumo en ambos sectores nos percatamos de que el libro electrónico se ha convertido en una forma habitual de lectura y año tras año su consumo va ganando terreno pero sus ventas están aún lejos de alcanzar la de libro en papel.
Según los datos del Informe anual del libro digital de 2015 el volumen de negocio de los libros en papel alcanzó los 900 millones de euros de recaudación frente a los 30 millones de los libros electrónicos.
Y es que, pese a que uno de los alicientes de los libros digitales es un coste menor que el papel y a la alta penetración de smartphones y tablets, todavía el formato electrónico no ha podido desbancar al tradicional aunque, innegablemente va in crescendo.
¿Cambiará el rumbo del consumo la medida anunciada por el gobierno? Habrá que esperar para comprobarlo.
Auge de la prensa digital
A quien sí podrá perjudicar esta medida es a las editoriales y distribuidores de prensa únicamente en papel, aunque la muchas de las grandes cabeceras cuentan con un modelo híbrido impreso y digital. Desde hace años el consumo de periódicos y revistas en papel ha venido cayendo en picado y las empresas dedicadas al sector luchan por sobrevivir frente al consumo en Internet. Conscientes de ello los medios tradicionales apostaron hace años por modelos de financiación en la red como las suscripciones digitales que previsiblemente se beneficiarán de la medida.