Parece que se acerca el momento para que el gobierno, tras su investidura, se ponga manos a la obra y se atreva a tomar decisiones que ayuden a darle la vuelta a una tortilla que se está quemando por debajo. Porque así nos sentimos los autónomos cuando vemos que no podemos pagar facturas pendientes, por falta de liquidez y de decisiones que ayuden a mejorar nuestra frágil posición en el mercado. Entre muchas otras cosas…
En fin, hace unos meses hablábamos en este blog de las necesidades de nuestro sector en relación a las promesas planteadas por los candidatos a la presidencia del gobierno en su programa electoral. Y ahora, podemos decir que ha llegado el momento de exigir que las cumplan. Así de sencillo y a la par de complejo. En este caso, y con el PP como vencedor de las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, las soluciones económicas para todos nosotros, por parte de Mariano Rajoy, quedaban planteadas en tres ejes:
1. Una ley en exclusiva.
Lo prometido es deuda, se dijo que los autónomos, las pymes y los emprendedores tendríamos una ley que nos ayudaría a salir de la crisis. Y ésta parece estar en camino. La Ley de emprendedores, Pymes y autónomos tiene clara su misión: darle solidez a las iniciativas individuales empresariales y fomentar el autoempleo. Así pues, a falta de conocer más detalles y de su estructuración final, queda claro que su fórmula mágica pasa por: 1) incentivos fiscales, 2) eliminación de burocracia, 3) internacionalización y 4) acceso al crédito. Esas son las claves para la nueva ley del emprendedor, que el equipo ejecutivo de Mariano Rajoy quiere poner a funcionar antes de abril.
2. Bajar impuestos.
O lo que es lo mismo, inflarnos a incentivos, mejores o peores, pero que dé la sensación que nos ayudan con desgravaciones y supresión de algunas tasas que a posteriori aparecerán por otro lado. Porque a los autónomos, si sufrimos de algo, es de pagar y pagar: IRPF; IVA… Cada vez más y en más cantidad. Ya que por ahora, en las reformas fiscales aprobadas para 2012 solo han sabido cerrar el grifo del dinero público y subir impuestos. Y al final, cada uno en nuestra profesión y con el día a día que padecemos, se plantea si vale la pena sobrevivir laboralmente así. Estaremos atentos a estos y a nuevos movimientos.
3. Descuelgue de los convenios colectivos.
La propuesta que Rajoy anunciada en precampaña, se fundamentaba en dar potestad al empresario para recurrir a la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos ante la negociación de convenios colectivos entre empresa y trabajadores. Un guiño al empresariado que parece predestinado a diluirse en el tiempo, porque la delicadeza de este asunto ante las movilizaciones que se están empezando a vivir, sea por los recortes públicos y también, por los atisbos de huelgas y reformas generales que hay en el horizonte, hacen que este aspecto tenga visos de ser una pequeña guerra fría y todos con su parte de razón. Los sindicatos, por su defensa de los derechos laborales y los empresarios y autónomos, como empleadores, por las dificultades que en algunos casos plantean los convenios colectivos. Seguramente, ésta será la gran prueba de fuego del mandato recién estrenado por Mariano Rajoy.
Ahora, en el ecuador del primer trimestre del 2012, el colectivo autónomo espera con impaciencia las medidas prometidas para salir de esta compleja situación. Por nuestra parte, a expensas de conocer detalles sobre la ley de emprendedores, Pymes y autónomos, hemos de estar comprometidos y actuar de forma vigilante y crítica, siempre en favor de defender el desarrollo digno y solvente de nuestras labores profesionales. Al fin y al cabo, estas medidas son las que nos permitirán subsistir, pero a la vez, los autónomos no hemos de olvidar que somos el principal motor de la economía interior del país.