Llevar las cuentas y las previsiones de un negocio es el talón de Aquiles de muchos autónomos y pequeñas pymes. Suele ser una de las partes más complicadas y menos gratas y es que los números no siempre cuadran. Uno de los conceptos básicos que muchas veces llevan a confusión es el margen de beneficio, uno de los indicadores que debemos tener más claros a la hora de establecer un precio por nuestro producto o servicio.
En este artículo te damos las claves para entender la diferencia entre ingresos y margen de beneficio con el fin de que puedas aplicarlo para una mejor salud financiera de tu negocio.
Aunque un software de facturación online ayuda a llevar las cuentas del día a día, hay que entender los principios básicos de gestión contable para no perder el control de la situación. Te recordamos que en nuestra guía de contabilidad, podrás encontrar toda la información que necesitas para dominar estos conceptos.
¿Qué es el margen de beneficio?
Para empezar, este concepto es muy diferente al de los ingresos. El primero es un cálculo relativo al proceso de venta, donde entran en juego diferentes variables. Los ingresos, en cambio, es una cifra absoluta, o sea, la suma de todo lo que has facturado durante un periodo de tiempo.
El margen de beneficio bruto indica cuánto estás ganando por cada producto vendido descontando los impuestos. Es decir, cuánto te quedas para ti del precio final después de restarle los costes del producto o servicio. En caso de que no ganes ni pierdas dinero al vender, este indicador sería 0%.
Cómo calcularlo
Te damos dos fórmulas que serán muy útiles para calcular el precio de venta y el margen de beneficio.
- Si quieres saber qué margen tiene un producto que ya estás vendiendo o que vas a sacar a la venta, lo haríamos de la siguiente manera:
Margen de Beneficio % = ((Precio de venta – Coste del producto) / Precio de venta) x 100
- Para calcular el precio de venta, si ya tienes claro el margen de beneficio que quieres obtener, utilizamos la siguiente fórmula:
Precio de venta € = Coste del producto / (1- (margen de beneficio / 100))
Ponemos en práctica las fórmulas
Hagamos un caso práctico. Tenemos una floristería y queremos saber cuál es el margen de beneficio de nuestro ramo más vendido. Cada uno tiene un precio de 20 euros y el coste del ramo es de 7 euros.
Margen de Beneficio % = ((20 – 7) / 20) x 100
= (13 / 20) x 100
= 0,65 x 100
= 65%
En esa misma floristería, queremos saber que precio deberíamos poner para obtener un margen de beneficio del 50%. El cálculo sería:
Precio de venta € = 7 / (1- (50 / 100))
= 7 / 0,5
= 14 €
Qué margen de beneficio establecer
¿Un 50% de margen es mucho o poco? Hay que decir que aquí no hay reglas exactas. Cada sector se mueve por unos márgenes muy diferentes. Eso sí, los productos o servicios de menor precio, tenderán a tener márgenes más altos.
Lo que es interesante establecer es la idea de que un mayor margen de beneficio no implica necesariamente mayores ganancias. Cuanto más alto sea el valor de lo que vendes, aunque obtengas un porcentaje menor, en cifras absolutas las ganancias serán mayores.
Pongamos de nuevo un ejemplo:
La florista tiene un margen del 65% en sus ramos de 20 euros mientras que un vendedor de electrodomésticos obtiene un 20% de su producto estrella, la nevera con doble puerta que cuesta 600 euros.
Esto quiere decir que de cada ramo de flores ganará 13 euros mientras que de cada nevera se llevará 120 euros limpios.
Pese a tener un porcentaje mayor de margen, la floristería deberá vender muchas más flores para ganar lo mismo que el vendedor de electrodomésticos.
Por qué controlar el margen de beneficio
Queda incidir en la importancia de conocer el margen de beneficio y revisarlo de manera periódica. Es un indicador de la rentabilidad del negocio, te permite tener los gastos controlados, hacer previsiones certeras de futuro y establecer la estrategia a seguir.
De este modo te ayudará a definir los precios, a detectar los productos más rentables, cuáles suponen pérdidas y a entender mejor qué está haciendo la competencia.