Cuando los autónomos aún están resoplando de los efectos de un enero y febrero cargados de obligaciones fiscales, antes de lo que canta el gallo llega abril y el primer trimestre de 2019 para el que conviene estar preparado.
Si eres autónomo en estimación directa, has de presentar el modelo 130 de IRPF en apenas unas semanas y quieres conocer las recomendaciones para la deducción del seguro médico, continúa leyendo.
Límites de la deducción del seguro médico
El seguro de salud pertenece a ese tipo de gastos que no están directamente afectos a la actividad del autónomo y sin embargo la Ley de IRPF (artículo 30.2.5ª) permite deducir, no solo las primas satisfechas por el autónomo sino también las del cónyuge e hijos que convivan con el trabajador autónomo siempre que sean menores de 25 años. La deducción, que actúa como una reducción de la base imponible, alcanza un límite de 500 euros anuales por persona y 1.500 por persona con discapacidad reconocida.
Pautas para deducirte el seguro de salud en tu IRPF
Puedes optar por deducirte el seguro en los pagos fraccionados del IRPF, reduciendo el pago a cuenta del modelo 130, pero también es posible hacerlo de una vez en tu Declaración de la Renta. En cualquiera de los dos casos, y desde la experiencia de la asesoría online de Infoautónomos, hay que seguir estas recomendaciones frente a posibles comprobaciones tributarias:
- Conservar la póliza del seguro durante los plazos legales establecidos según la normativa tributaria.
- Guardar siempre la documentación que justifica la prima satisfecha por cada asegurado. El documento acreditativo para la justificación del gasto no será factura, basta con el recibo bancario.
- No olvides que la deducción del seguro de salud está sujeta a unos límites anuales en los que Hacienda pone el foco. Por ello debe quedar claro, cristalino, qué cuantía se imputa a cada asegurado.
Conocer de principio a fin el funcionamiento de los gastos deducibles en el IRPF del autónomo tiene cierta complejidad y errar en ello puede costarte como mínimo una comprobación tributaria y como máximo una Inspección. Si quieres evitar estas posibilidades poco, o nada, deseables te recomendamos llevar a rajatabla la gestión fiscal de tu negocio con el servicio de una asesoría online.