Parece que todo está preparado para la puesta en marcha de la Reforma Fiscal a partir de Enero de 2015, aunque no sin sorpresas (en este caso positivas) de última hora. La pasada semana, el Grupo Popular, que contaba con el aval de Hacienda, incluyó una rebaja adicional en las retenciones de los autónomos para el próximo año.
De esta forma, el tipo de retención del IRPF que en la actualidad está en el 21% pasará al 19% en 2015 y al 18% en 2016, un punto por debajo de lo previsto en el texto presentado durante el verano y en el que se planteaba la rebaja hasta el 20% en 2015 y al 19% en 2016.
Así, aproximadamente un millón y medio de autónomos obligados a practicar retenciones en sus facturas (más o menos la mitad del total de colectivo) podrá beneficiarse de ésta bajada en el impuesto del IRPF. La rebaja de las retenciones que se plantea ahora implica que los autónomos deberán adelantar un menor volumen de sus ingresos a la Agencia Tributaria, lo que elevará la liquidez. Además, se beneficiarán también de la reducción de tipos y tramos en el IRPF.
Sin embargo, y pese a que se trata de una noticia positiva para el colectivo de autónomos (en especial para aquellos con problemas de liquidez), las rebajas propuestas por el Gobierno aún distan mucho del tipo original del 15% que estaba vigente allá por 2011. Recordemos que la subida de las retenciones aprobada en 2012, por la cual se pasó del 15 al 21%, con un incremento de 7 puntos, iba a tener un carácter extraordinario y temporal (2012-2013 en principio), pero ha extendido durante todo el 2014.
La otra cara de las retenciones de los autónomos
Los que sí disfrutan (afortunadamente) de un tipo de retención del IRPF al 15% son los autónomos y profesionales con menos recursos. Así, los trabajadores autónomos con rentas inferiores a 15.000 euros pagan un tipo reducido del 15% desde el pasado mes de Julio, gracias a la exclusión de esta medida de la Reforma Fiscal y su inclusión en la Ley Omnibus, que permitió su entraba inmediata en vigor.
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