¿Estás preparado para ligar? Espero que sí… Pero… ¿eres de los que buscan un romance duradero, o prefieres una aventura de una noche?
Yo no tengo mucha experiencia en “esto de ligar” en mi vida personal, pero, por lo que cuentan, encuentro un gran paralelismo entre la seducción y el tipo de relaciones que se construyen con las personas en la vida personal, y las que se construyen con los clientes en el ámbito profesional.
Bueno, como ya he dicho no soy ninguna experta en el tema, pero intentaré poner extremos y tirar de estereotipos (sin intención de ofender a nadie) para que se entienda bien el concepto.
Cuando buscas una aventura de una noche…
Cuando sales a ligar y buscas una aventura de una noche, sales con tus mejores galas, hablas de ti mismo para intentar impresionar, utilizas ese “as” guardado bajo la manga para sorprender y, si deduces que esa conversación no va encaminada a alcanzar tu objetivo, la cierras y te diriges a otra persona. Y así hasta que encuentras a alguien que busca lo mismo que tú, una aventura de una noche. Al día siguiente, tu vuelves a tu camino, la otra persona al suyo y os olvidáis por completo el uno del otro.
Cuando buscas un romance…
Cuando buscas algo más, cuando quieres que surja un romance, escuchas a la otra persona, intentas descubrir sus gustos y preferencias y sorprenderla día a día. Quieres ofrecerle todo lo mejor de ti, para que se enamore, para que sienta lo mismo que tú. Te interesas por lo que le pasa, la escuchas e intentas siempre superar sus expectativas. Lo sabes todo acerca de ella, y si no es así, te esfuerzas e intentas descubrirlo como sea. Y todo ello, ¿para qué? Pues seguramente con la intención de pasar el máximo tiempo posible con esa persona y ser feliz.
Y con tus clientes, ¿qué buscas?
Ahora reflexiona, ¿qué haces con tus clientes? ¿Qué tipo de relación quieres tener con ellos?
En la vida personal no lo sé (ni quiero entrar en eso), pero en el mundo profesional es muchísimo más beneficioso crear romances que no tener aventuras esporádicas.
Cuando consigues un contacto de un cliente potencial, ya sea en un networking, por suscripción a través de la web, etc., en contados casos están dispuestos a contratar tus servicios en ese mismo momento (por cierto, este post va enfocado a la venta de servicios, no para aquellos que vendan productos, aunque el concepto podría utilizarse de manera similar).
Quizás, ese cliente potencial, no esté listo para comprarte. Puede que todavía no sepa que tiene un problema, no sea consciente de la envergadura del mismo o no sepa en qué le puedes ayudar. Pero eso no significa que, en un futuro (y no necesariamente lejano), ese cliente potencial no pueda convertirse en un cliente.
Este es tu verdadero problema
La mayoría de relaciones duraderas se basan en la confianza, y la relación con tu cliente no es diferente. Uno de los mayores y principales obstáculos por los que un cliente potencial no contrata tus servicios es por la falta de confianza. Y esa falta de confianza es en la que debes trabajar para que, en un futuro, ese cliente potencial, se convierta en un cliente real.
No cuidas a los clientes potenciales que no quieren comprarte en ese mismo momento. Te comportas como si buscaras aventuras de una noche. Cuesta esfuerzo, tiempo y trabajo comprender, escuchar, preguntar e intentar hacer que a ese cliente potencial “le brillen los ojitos” cada vez que escuche hablar de ti. Por eso, le apartas a un lado, y buscas otro que esté buscando lo mismo que tú en ese momento.
¿Pero qué pasa con esos clientes potenciales “olvidados”? ¿Piensas que recurrirán a ti cuando estén listos para comprar? Seguramente no. Si los has ignorado, o únicamente has contactado con ellos con la intención de ver si están dispuestos a comprarte, lo más probable es que nunca sean tus clientes.
Piensa, ¿tú a quién recurrirías si tuvieras un problema? A alguien con quien coincidiste una vez, pero hace meses o años que no hablas. O a alguien que ha estado a tu lado, que se ha intentado preocupar por ti, a aquél que te ha estado enviando consejos útiles, que te ha invitado a eventos interesantes, que ha diseñado infografías para ti, que te ha escuchado, entendido y dado todo aquello que necesitabas en cada preciso momento.
Ponlo en práctica
Está bien leerlo, e imagino que, si quieres un flujo de clientes constante, convendrás conmigo que la idea del romance es mucho más seductora que la aventura de una noche.
Pero, si te sientes identificado con este concepto, lo más importante de todo es que empieces a realizar acciones pata implementarlo.
Así que, te animo a escribir una lista de 10 clientes potenciales y anotar 4 acciones que podrías realizar a partir de este momento para empezar un bonito romance. Para ello, es muy importante conocer a tu posible cliente. Si pulsas este enlace te llevará a un post donde hablo sobre ello.
Te recomiendo que hagas esta lista de clientes potenciales semana tras semana, o cada 15 días e intentes enamorarlos poco a poco.
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