El desempeño de una actividad económica conlleva una serie de responsabilidades y riesgos. También todo autónomo o empresario podría producir un daño a un tercero, ya sea por acción, omisión o negligencia. En ocasiones estos daños tienen consecuencias penales, cuando la acción, omisión o negligencia está tipificada como delito, o bien civiles, cuando se entiende que no siendo delito, sea preciso reparar o reponer la situación anterior al daño, o ambas.
No puedes controlar todo lo que pasa a tu alrededor, pero sí protegerte de las adversidades y accidentes que puedan afectar a tu empresa y a tu figura de empresario, contratando para ello un seguro de Responsabilidad Civil general. Te explicamos brevemente la importancia que tiene la contratación de este tipo de seguros.
Seguridad frente a la incertidumbre
El seguro de Responsabilidad Civil te aporta la tranquilidad necesaria ante la incertidumbre de un eventual coste que uno o varios daños producidos a terceros podrían tener para tu negocio, a cambio de una prima.
Es una herramienta diseñada para que trabajes tranquilo, preocupándote sólo de lo que te tienes que preocupar: tu negocio.
Son muchas las cosas que debes tener en cuenta para mantener en regla tu actividad empresarial pues, tanto si eres una pyme como si eres un autónomo, estar al frente de un negocio conlleva una serie de obligaciones de las que serías responsable de forma directa e indirecta.
Los seguros de Responsabilidad Civil (RC) cubren, de acuerdo al Código Civil, los riesgos que por acción u omisión causen daños a otro, interviniendo culpa o negligencia. Hay distintos tipos. Especialmente adecuado para el mundo autónomo y empresarial encontramos el seguro de Responsabilidad Civil General.
Protección para el autónomo y la pyme
Este seguro cubre los daños materiales y personales producidas a terceras personas, ya sea ejerciendo tu actividad profesional o siendo propietario de un bien.
Te ponemos algunos ejemplos sencillos:
- Un tendero vende un producto en mal estado y su cliente sufre una intoxicación alimentaria.
- Una panadería tiene el suelo en mal estado, un cliente se tropieza y se rompe la pierna.
Es muy probable que, en ambos casos, el empresario deba asumir y reparar el daño producido, ya sea de forma directa o indirecta. Suponiendo que los autónomos del ejemplo no tuviesen un seguro de responsabilidad civil contratado, tendrían que hacerse cargo de las reclamaciones y daños.
Si bien es cierto que no hay forma de evitar algunos accidentes, sí puedes protegerte de sus consecuencias y abrazar la tranquilidad para dedicarte exclusivamente a tu negocio contratando un seguro de responsabilidad civil que se ajuste a las necesidades de tu empresa.
Si como autónomo o empresario aún no has tenido la prudencia de cubrir todos estos riesgos es importante que lo hagas y si ya los tienes cubiertos es posible que quieras comparar más posibilidades, primas y coberturas, actores muy importantes a tener en cuenta en este tipo de seguros.
En definitiva, contratar un Seguro de Responsabilidad es sinónimo de trabajar tranquilo.