Llega la Navidad y con ella nos ponemos más melancólicos y tristones. Se nos acumula todo un poco, más si tenemos un familiar o amigo ausente durante estas fiestas. Además, los autónomos no solemos parar de trabajar en temporadas festivas por lo que esta sensación de ahogo se multiplica. No obstante, os damos una serie de pautas para gestionar esta nostalgia y no caer en una posible depresión.
Para este post, contamos con los consejos de Víctor Pacheco, coach y experto en Inteligencia Emocional. El principal consejo que nos da Víctor para evitar caer en una posible depresión con la llegada de la Navidad es entender la nostalgia y saber cómo gestionarla.
La nostalgia que nos invade en épocas como esta es una emoción, que como todas las emociones, su función positiva es alertarnos de una necesidad a la que necesitamos prestar atención y gestionar. “Concretamente, la nostalgia nos alerta o recuerda momentos pasados felices, pero con la intención positiva de que ahora en el presente nos ocupemos de crear y construir más momentos felices memorables”.
Hay que tener en cuenta que, para quienes no conocen la inteligencia emocional, la nostalgia es una emoción negativa o dolorosa porque cuando reviven los momentos felices pasados se quedan atrapados en ellos y en la tristeza de no poder recuperarlos de la misma forma.
Por ello, en la medida de lo posible, no podemos dejarnos llevar por la tristeza de no poder recuperar esos momentos felices ya que así, corremos el peligro de caer en la depresión o en el odio, en una mala gestión de la nostalgia. Y nuestros negocios se resentirán con la consiguiente pérdida de productividad.
Es obvio que con el tiempo perdemos seres queridos y nuestra vida cambia, pero siempre podemos vivir en el presente momentos felices con las personas que nos rodean. Si vemos que nos invade cierta tristeza lo mejor es rodearnos de lo positivo y por qué no, de aquel que nos acompaña durante el año, nuestro trabajo.
Según Víctor, la función positiva de la nostalgia te trae a la memoria momentos felices; pero no para que simplemente los recuerdes, sino para que ahora te ocupes de crear más momentos felices y memorables, con el fin de que ahora valores tu presente a sabiendas de que si aprendes a vivirlo y a disfrutarlo, en el futuro serán nuevos recuerdos memorables.
Los autónomos tenemos el hándicap o también la suerte (según se mire) de que en navidades seguiremos trabajando. Aunque a veces baja el ritmo para algunos, para la mayoría sigue nuestro trabajo o también incluso se duplica, según el sector de nuestro negocio…pero ahí está la ya conocida nostalgia, que nos pedirá, precisamente, que nos paremos y nos ocupemos, en estas fechas tan señaladas, de priorizar la familia y el amor por encima del trabajo, y nos aseguremos al menos de regalarnos momentos felices donde dejemos el trabajo aparcado. No es más que hacernos esos pequeños regalos en forma de tiempo. Momentos que nos recarguen las pilas, momentos que nos den motivos para seguir luchando por los nuestros con felicidad y determinación. Aunque tengamos más volumen de trabajo, no dejemos de dedicarnos un tiempo a nosotros y a los nuestros. Importante.
En definitiva, con la llegada de la Navidad nos sentimos más sensibles, pero lo fundamental es saber retener esos momentos en nuestra mente, de manera positiva, para siempre. Es el secreto de la nostalgia, que nos avisa de que lo ideal es que vivamos una vida que merezca la pena ser vivida. Para ello, necesitaremos una actitud y capacidad de valorar el presente, la vida y disfrutar cada segundo.
En conclusión, cuando sientas nostalgia, disfruta esos recuerdos memorables pero de forma constructiva, es decir, párate a pensar en cómo puedes crear esos momentos en el presente y disfruta con la ilusión de quien prepara una sorpresa para otra persona.
Vamos a ellos, amigos autónomos, que la Navidad está al llegar.