El Gobierno ha aprobado hoy en Consejo de Ministros y bajo Decreto-ley la subida fiscal en las retenciones del impuesto de sociedades para más de 9.000 pymes y grandes empresas en los ejercicios de 2016, 2017 y sin descartar 2018. El ejecutivo en funciones ha abierto finalmente la vía legislativa para el adelanto de los pagos fraccionados que el pasado mes de julio propuso a Bruselas con el fin de ajustar el déficit al 3% y evitar una posible multa.
El principal cambio consiste en el incremento del tipo mínimo en los pagos realizados a cuenta en abril, octubre y diciembre que va del 18% actual al 23% para las empresas que facturen más de 10 millones de euros anuales, por lo que afectará según las previsiones a 9.000 empresas españolas que tendrán que hacer frente a la medida desde el mes de octubre.
La medida no afecta a las micropymes y pequeñas empresas aunque sí repercutirá en pymes y grandes empresas sino que tendrá su mayor incidencia en los bancos y las entidades financieras que se verán obligadas a adelantar el 25% de su resultado contable.
Técnicamente se puede decir que no supone pagar más impuestos sino un adelanto de los mismos con el objetivo de obtener la liquidez suficiente para saldar la deuda y evitar una penalización de Europa. Con este endurecimiento del sistema de tipos impositivos las arcas se nutren de las retenciones a cuenta con el objetivo de financiar y recaudar los 8.000 millones necesarios para cuadrar cifras y cumplir con el déficit.
La rebaja de los tipos del impuesto y la retirada de las medidas anticrisis en 2015 han derivado en el desplome del 60% de la recaudación del impuesto de sociedades durante el primer trimestre de 2016. El año, según los pronósticos, acabaría con 18.000 millones de euros en recaudación, muy por debajo de las previsiones del Gobierno de cerrar 2016 con 25.000 millones.