Hoy vuelve a ser noticia la subida del precio de la luz (el segundo más caro de la historia), superando los 100 euros por megavatio/hora. Pero ya desde el primero de junio de 2021 la factura de la luz viene sufriendo un notable cambio en España. Un nuevo sistema de tarifas impulsado por el Gobierno establece que el precio de la energía variará cada hora en función del mercado mayorista.
Si bien esta nueva ley afecta a hogares y autónomos, los comercios abiertos al público se convierten en el punto de mira dada la imposibilidad de adaptarse a los horarios de ahorro. Desde Infoautónomos te contamos lo que necesitas saber para hacer frente a este cambio.
Una nueva forma de facturar el gasto eléctrico
Con este nuevo formato, el día se divide en tres franjas horarias de precio: hora llana, hora valle y hora punta. Cada una de ellas implica una tarifa diferente que puede llegar a suponer una gran diferencia en el gasto del suministro. Mientras que la nueva hora valle es mucho más barata que antes, la hora punta ha incrementado su precio.
Durante el fin de semana todas las horas también son valle. Pero el coste se incrementa de manera notable en las horas punta, que coincide con el mayor pico de uso.
El motivo detrás de la subida de la luz es el coste que tienen las emisiones de CO2, cuyo precio aumentó en los mercados de manera considerable. Este incremento incentiva la apuesta por las energías renovables, aunque a corto plazo supone un impacto perjudicial para los negocios.
Esta variación en los cálculos de los costes energéticos afecta en mayor medida a las actividades económicas destinadas a la producción y a los servicios como el sector gastronómico y el hotelero.
El debate sobre el nuevo sistema tarifario
Ante los cambios en la factura de la luz, la recomendación para no incrementar la factura pasa por intentar adaptar los hábitos a los horarios más baratos. Aunque el debate surge ante la pregunta, ¿es esto posible para todos los sectores de la economía?
Está claro que la respuesta es no. Un restaurante, un bar o un comercio no puede elegir cuándo encender o apagar sus luces y electrodomésticos por razones obvias.
Lo mismo sucede en el sector hotelero. Cortar la cadena de frío o evitar el uso de los equipos de aire acondicionado no está dentro de sus posibilidades.
En un contexto de crisis sanitaria donde estos han sido algunos de los sectores más golpeados y las peticiones de ayudas para plantar cara a la pandemia se hacen cada vez más eco, esta medida conocida popularmente como “el tarifazo” no ha sido bien acogida. A ello se suman las estrategias de las grandes compañías eléctricas que mantienen el pulso al Gobierno y hacen temer una mayor presión sobre el precio.
El incremento del gasto energético: en busca de una solución urgente
Una de las medidas propuestas para hacer frente a la subida de la luz es la implementación del autoabastecimiento energético. No solo supondría un ahorro económico, sino también fomentaría la activación de las pequeñas actividades comerciales.
A su vez, sería una gran oportunidad para aprovechar los fondos europeos que llegarán para reactivar la economía e involucrar a España en el uso de los recursos naturales.
En este contexto, se torna imprescindible una decisión política que incentive la inversión para lograr una verdadera transformación, comenzando por las zonas rurales que han padecido un abandono en inversiones en los últimos años.
El autoabastecimiento de energía es una vía alternativa que reduciría en gran medida el impacto negativo en los costes de las compañías eléctricas. Una nueva oportunidad se nos presenta, no solo para ahorrar en el consumo de energía, sino para colaborar en la preservación del medio ambiente.