Nanay de la China es una expresión cada vez más obsoleta. Desde que el gigante asiático se convirtiera en uno de los principales protagonista en la economía mundial los lazos comerciales con Occidente se han ido estrechando. Buena prueba de ello es que en 2016 España marcó el récord de exportaciones al país asiático con 5.032 millones de euros.
En Infoautónomos somos conscientes de la oportunidad de negocio que para autónomos y pymes supone vender a China pero también de la dificultad que ello entraña y el desconocimiento existente. Por ello, en este post te contamos todo aquellos aspectos que debes tener en cuenta para lanzarte a exportar al país de la Gran Muralla: los productos más exportados, las condiciones del mercado y el procedimiento que debes seguir.
Es probable que como autónomo o empresario estés curtido ya en exportaciones pero, como ya sabrás, cada país tiene sus propias particularidades y hablar de exportar a China son palabras mayores. No te vamos a mentir, hacer negocios con este gigante es toda una aventura que requiere de paciencia, experiencia y cualificación.
Dicho lo cual, si te has decidido a ser un aventurero has de estar preparado. Es indispensable que cuentes con una visión estratégica, un plan de negocio, un presupuesto, un producto competitivo. En el plano de los procedimientos, también son muchos los trámites que debes controlar para no saltarte ningún paso.
1. Un producto único y competitivo
Comencemos por los aspectos relacionados con el producto. Debes saber que el producto español tiene mucho éxito entre las fronteras chinas. Según los datos arrojados por el Instituto Español de Comercio Español (ICEX) los bienes alimentarios como el vino, el aceite (con una cuota de mercado del 80%) y los derivados del cerdo, son los de mayor éxito de exportación, seguidos de los bienes de lujo e industriales.
Si eres emprendedor o empresario dispuesto a dar el salto y tu actividad está relacionada con alguno de estos productos estás de enhorabuena pero, cuidado, no todo el trabajo está hecho. Antes de exportar a China es primordial que consideres las características que hacen único y competitivo tu producto. Esta ventaja cualitativa puede residir en el coste, en el tipo de producto o en su carácter innovador. Somete tu producto a un análisis DAFO y ponlo en relación con tu plan de negocio.
En este punto también debes tener en cuenta tu capacidad de abastecimiento, calculando los volúmenes de exportación, y el entramado logístico por el que te vas a decantar. Hay que considerar que el producto necesita un etiquetado diferente que acrediten una serie de certificaciones de calidad exigidos.
2. Estudiar el mercado: la barrera lingüística
Exportar productos o servicios a China requiere una buen planificación estratégica. Antes de la búsqueda de clientes y distribuidores empápate de la idiosincrasia comercial china: las mejores formas de entrada en el mercado, la fórmulas de negociación, las relaciones públicas y el cierre de venta. Por supuesto, todas ellas variarán en función de tu tipo de negocio y de producto; la estrategia no será la misma para una tienda online de trajes de flamenca que para una empresa de venta al por mayor de maquinaria industrial.
La promoción de tu producto también es clave. En España sabríamos por dónde empezar pero cuando se trata de exportar a China no nos movemos en nuestro terreno, un hecho constatado en la barrera lingüística. Si pretendes ser anunciante B2B (venta de empresa a empresa) y quieres emplazar tu producto en la red desecha la idea de posicionar con Google y decántate por el motor de búsqueda chino, Baidu, que cuenta con requisitos y marco legal propios.
3. Trámites de exportación a China: el código TARIC de la Comisión Europea
Si después de realizar todos los análisis necesarios, plan de negocio, estudio de mercado, análisis de la competencia, te decides a ser exportador en China debes conocer todas tus obligaciones contempladas en la normas comerciales del país asiático, con el que firmamos numerosos acuerdos económico-comerciales pero sin contar aún con un tratado de libre comercio. Además, pese a que empresas y distribuidores particulares han visto ampliados sus derechos comerciales en los últimos años, lo cierto es que exportar a China conlleva muchas cargas burocráticas.
Antes que nada es fundamental conocer la partida arancelaria o código TARIC de los productos o las mercancias que pretendes exportar. En caso de desconocerlo puedes consultarlo en la Base de Datos TARIC de la Comisión Europea o bien en los estudios de mercado de ICEX.
Así mismo, en la base de datos de Market Access encontrarás información sobre los requisitos y las condiciones de exportación, aranceles e impuestos. En este sitio web podrás conocer la normativa del país de exportación, en este caso China, los requisitos generales y los específicos de cada mercancía siempre y cuando se introduzca la partida arancelaria.
En caso de querer conocer de primera mano los aranceles e impuestos que conllevan la exportación al país asiático la sección Tariffs te ofrece la información introduciendo, insistimos en ello, el código Taric y país de destino.
¿Decidido a embarcarte en la gran aventura?