Trabajar cuatro días a la semana: ¿sueño o realidad?
La semana laboral de cuatro días es un proyecto piloto impulsado por el Gobierno de España que ya se está probando en algunas empresas importantes.
¿En qué consiste exactamente? ¿Tendrá éxito? ¿Es realista para los autónomos?
Resolvemos las principales cuestiones en torno a uno de los temas más debatidos de los últimos meses.
¿En qué consiste la semana laboral de cuatro días?
El 99% de los trabajadores aceptaría descansar un día más cobrando lo mismo, aunque la semana laboral de cuatro días no esá quedando exenta de polémica y generando mucho debate.
Parece que la semana laboral de cuatro días va a llegar para quedarse, a raíz de la propuesta del Gobierno y sus primeras pruebas en algunas empresas.
Así, España se sumaría a países como Reino Unido, Japón o Bélgica, que ya están haciendo ensayos con este nuevo sistema.
El principal objetivo de la semana laboral de cuatro días es poner en valor la productividad en vez del presencialismo, pasando de la clásica semana laboral de 40 horas a una de 32.
De esta forma, las empresas pondrían en marcha un modelo flexible de oficina, deslocalizado y con un mayor control sobre el tiempo por parte de los trabajadores.
Las condiciones propuestas para este nuevo marco laboral serían: trabajar cuatro días a la semana, ocho horas al día y mantener el mismo salario.
Ventajas e inconvenientes de este sistema
En el lado positivo cabe mencionar que la semana laboral de cuatro días sería una excelente medida de conciliación y flexibilidad laboral.
También incrementaría la felicidad de los trabajadores en sus puestos de trabajo y, por ende, podría suponer un incremento en la productividad real.
Es decir, una de las grandes ventajas sería poder trabajar menos horas produciendo lo mismo, sin reducir el sueldo de los empleados.
Además, con este modelo también habría un ahorro energético considerable.
Entre los contras, uno de los más destacados es que no es aplicable a todo tipo de empresas y sectores. Es el caso de la sanidad, la educación o la hostelería, en los que sería muy complicado implantar este sistema.
Además, algunas empresas no se pueden permitir pagar lo mismo por menos horas de trabajo a sus empleados, ni ven con buenos ojos llegar a trabajar menos días que su competencia.
Y otro inconveniente sería la cultura arraigada al presentismo laboral, una idea que consiste en que dedicar más horas al trabajo genera mayor productividad.
De aplicarse, implicaría un cambio de paradigma con modificaciones profundas a todos los niveles.
¿La semana laboral de cuatro días es aplicable a los autónomos?
La realidad de los autónomos es diferente y muy variable.
Existen autónomos con negocios que sí podrían aplicar una semana laboral de cuatro días sin ver mermados sus ingresos: diseñadores, programadores o redactores; pero otros muchos exigen una mayor presencialidad, lo que podría comprometer la vida de miles de negocios.
La principal ventaja del autónomo respecto al trabajador por cuenta ajena es que su sueldo depende directamente de la productividad. Esto es un arma de doble filo si se reduce la jornada laboral.
Aquellos autónomos que puedan concentrar su actividad en solo cuatro días, podrían ver importantes ganancias en su vida. Más tiempo disponible, con el mismo dinero en el bolsillo. ¿El sueño imposible?
¿Funcionará este nuevo programa piloto?
El debate ya ha llegado a España y al resto de Europa. Por ejemplo, en el caso de Bélgica proponen un modelo similar, con la diferencia de concentrar la jornada de cuarenta horas en cuatro días.
Y no, no es un modelo destinado a acabar en el olvido. La idea es firme. De hecho, se está probando en algunas empresas importantes de nuestro país.
Habrá que esperar para ver sus resultados.
¿Se impondrá entre empresas y autónomos? El tiempo lo dirá, por el momento parece una opción lejana.