En este artículo te vamos a proporcionar la siguiente información:
1. Qué son los principios contables y por qué existen
Los principios contables son una serie de criterios para homogeneizar la manera en que las empresas contabilizan lo que ocurre en sus negocios.
¿Y por qué hacen falta estos criterios contables?.
Verás, la contabilidad, como te explicamos en esta Introducción a la contabilidad, va dirigida a:
- Agentes externos: los denominados stakeholders: Estado, empresas, clientes, proveedores…
- Agentes internos: directivos, financieros y gestores de la propia empresa, para que puedan tomar las decisiones adecuadas en su funcionamiento.
Ahora bien, son muchas las empresas existentes y cada una de ellas cuenta con su contabilidad correspondiente.
Y son tantos los agentes que reciben dicha información, que sería un verdadero caos no establecer unos criterios a cumplir por toda empresa a la hora de elaborar sus estados contables en aras de preservar cierta homogeneidad.
Gracias a esa homogeneidad, la interpretación de la información contable se hace más fácil y coherente para cada uno de los agentes que la recibe.
En caso contrario, sería imposible comparar la contabilidad de una empresa con otra, ya que nos encontraríamos con peras frente a manzanas.
Pero he aquí el quid de la cuestión, ¿cómo se consigue esta homogeneidad de la que hablamos?.
El Plan General de Contabilidad para Pymes plantea una lista de 6 principios obligatorios que las empresas, y también los trabajadores autónomos, deben aplicar a sus cuentas.
Para las pymes es obligatorio llevar libros de contabilidad (diario, mayor, etc), y también los autónomos deben cumplir con ciertos libros contables obligatorios.
En ambos casos, les conviene para evaluar los resultados de su actividad e incluir sus aciertos y los riesgos inmediatos que pueden afrontar en el futuro.
2. Principios contables de obligatorio cumplimiento
Empresa en funcionamiento
La finalidad del libro contable es mostrar el estado de una empresa que no solo se encuentra activa, sino que seguirá estándolo en el futuro.
Esto implica que el informe carece del propósito de comprobar el valor neto del patrimonio para su venta o liquidación.
Para las transacciones (venta o liquidación), hay que recurrir a otro procedimiento de valoración e incluir el panorama general de la empresa y su evolución en el tiempo.
Previsión de continuidad de la actividad y no de venta o liquidación.
Devengo
Para registrar un gasto o ingreso (distinto de pago o cobro) en el libro contable, es necesario que ocurran a lo largo del ejercicio en cuestión.
Con independencia de su liquidación efectiva.
Esto afecta, por ejemplo, a una factura emitida y pendiente de cobro o pago.
Registro de los movimientos en la contabilidad del ejercicio en el que se produzca.
Uniformidad
Este principio implica mantener en el tiempo los criterios que se adopten para reportar.
Es decir, que cada categoría (transacción, evento y condición) refleje siempre la misma acción en el tiempo.
Es el uso de los mismos criterios de registro a lo largo de cada ejercicio de vida de la empresa.
Sólo es posible el cambio de dichos criterios si está justificado debidamente en la memoria.
Prudencia
Cada estimación y valoración que se realice debe ser prudente en medio de la incertidumbre que implica hablar sobre el futuro de la empresa, pero siempre ajustando las cuentas al reflejo fiel de la situación, que constituye la finalidad del libro contable.
Como beneficios de la empresa, se contabilizan únicamente los que tienen efectos durante el ejercicio reportado.
Pero, por su parte, los riesgos sí se reseñan completos en cuanto surgen, con independencia del momento de su aparición en el panorama e incluyendo los que provengan de ejercicios previos o afloren en el último minuto.
Esto último se aplica, incluso, cuando se conoce el riesgo en el período entre la elaboración y aprobación del informe (en ese caso, debe ser reformulado).
Es decir, ante la incertidumbre los gastos siempre se registran pero con los ingresos hay que ser más prudente.
No compensación
La valoración de activo y pasivo, gastos e ingresos no se compensa, salvo que alguna norma contemple lo contrario.
Cada renglón se considera como un valor separado en las cuentas sin que tenga que producirse un balance entre ellos.
Olvídate de contemplar un equilibrio en el balance cuando vendas 2 pero compres 2 a la vez. Esto no equivale a 0.
Importancia relativa
Este principio constituye la atenuante general del procedimiento de elaboración del libro contable, pues permite que no se aplique estrictamente alguno de estos principios y criterios cuando su variación afecta escasamente (cuantitativa o cualitativamente) al reflejo exacto de la empresa.
Por ello, pueden agruparse partidas que no tengan un impacto significativo en los resultados con otras similares en función o naturaleza.
Ante un conflicto entre principios contables, se impone el que mejor refleje la situación del patrimonio, de las finanzas y de los resultados de la empresa.
Esta es una cláusula conciliadora. Es decir, resuelve posibles conflictos entre algunos de los principios contables anteriores dándole supremacía a aquel que refleje más fielmente la realidad de la empresa.
Además, también sirve para omitir el registro de algunos movimientos de la empresa no influyentes en su funcionamiento.
Por ejemplo, no tienes que registrar que se ha perdido un lápiz de la oficina. Parece absurdo, pero hay que saber relativizar este tipo de cosas.
Contar con una asesoría adecuada es un buen consejo, especialmente en las etapas iniciales del negocio o cuando el empresario comienza a adentrarse en estos temas.
Esto permite al empresario o trabajador estar actualizado respecto a las normas y los cambios que surgen en las regulaciones y concentrarse en lo esencial de su negocio, al tiempo que cumple con obligaciones legales y financieras.