Un amigo me preguntaba el otro día cómo era capaz de seguir consiguiendo financiación para autónomos y empresas en los tiempos que corren.
Guau, qué pregunta más chula!! Una cerveza, un amigo y un tema que me apasiona: cómo conseguir financiación para autónomos y empresas en los tiempos que corren.
No podía pedir más.
La mayoría de las veces cuando decidimos ir al banco y pedir dinero (financiación para nuestros proyectos) es porque nos hace falta.
Hasta aquí estamos todos de acuerdo, ¿verdad?
Pero cuando hablo de hacernos falta es que lo necesitamos para antes de ayer.
Y este es uno de los problemas que obstaculizan el acceso al crédito de los autónomos y las pymes.
Ya lo dicen los bancarios: las prisas no son buenas consejeras. Esto lo dicen sobre todo los de riesgos.
Lo sé porque fui uno de ellos y no había nada que me molestara más y que me pusiera “las ojeras más de punta” que las prisas de los clientes.
¿Ocultan algo? ¿Por qué no han planificado mejor? ¿Cuál es la causa real de su solicitud?
Una multitud de preguntas que tienen difícil respuesta y que pone a las entidades financieras en alerta.
El tiempo es uno de nuestros enemigos cuando los autónomos, microempresas y pymes solicitamos financiación.
Los otros dos grandes enemigos de la financiación son la desorganización y la improvisación.
Si quieres saber cómo salvarlos solo tienes que seguir leyendo.La verdad es que el proceso de solicitar financiación es bastante sencillo.
Yo diría que hasta rutinario. Sí, rutinario.
Y es lo mejor que puede pasarnos, ¿sabes por qué? Porque una vez que las hemos asumido, las rutinas no se discuten. Funcionan en piloto automático.
Procedimiento: ¿cómo solicitar financiación a un banco?
Veamos cuales son los pasos necesarios para que solicites financiación de forma adecuada:
1. Detecta las necesidades reales y no apagues fuegos
Párate un momento, analiza tu proyecto y detalla las necesidades de financiación que tendrás o que tienes.
2. Cuantifica lo que necesitas
Olvídate, al menos de momento, de cuánto más tienes que pedir para que te den lo que quieres. Lo primero es saber cuánto te hace falta.
3. Comprueba que vas a poder pagar las cuotas
Para ello, de forma muy sencilla:
- Calcula la cuota utilizando un simulador.
- Ahora nos vamos a la cuenta de resultados, si somos empresa, y a nuestra declaración de renta, si somos autónomos y miramos el beneficio de nuestra actividad,
- ALTO! todavía no hemos acabado. Crees que es adecuado gastarnos TODA esa cantidad en adquirir deuda, ¿en endeudarnos? Yo creo que no.
- Mi recomendación: máximo el 50 %. El otro 50 % lo tendremos como reserva.
- Compárala con la cuota que te salía en el simulador.
- ¿La cuota es menor? Vamos bien!
- ¿La cuota es mayor? Vamos mal, muy mal. Ahora tendremos que hacer encaje de bolillos.
- Qué garantías vas a prestar, por si acaso… no pagas (también te prometo dedicarle otro artículo completo). Recuerda que pueden ser:
- Personal, con todo lo que tengo y tendré.
- Hipotecaria, con un inmueble, ¿la reina?
- Pignoración de activos.
4. Diseña la operación
Con todos los datos anteriores tenemos que definir la operación u operaciones (pueden ser varias y en varias entidades) que solucionen nuestras necesidades.
5. Documenta la solicitud de financiación
- Identificándote tú y a tú empresa, solo cuando vamos a entidades con las que no trabajamos.
- Justifica las necesidades con:
- Facturas proforma.
- Presupuestos.
- Previsiones.
- Documenta tus relaciones bancarias con el pool bancario, donde detallas las operaciones de financiación que tienes en cada una de las entidades con las que trabajas.
- Justifica la capacidad de reembolso aportando la documentación económica y financiera de tu negocio. (También le dedicaremos un artículo específico, aportándoos una herramienta para su control).
- Justifica las garantías con la declaración de bienes y la documentación que acredite lo reflejado en ella:
- Notas simples del registro de la propiedad.
- Certificados de valores donde se contemplen fondos de inversión, renta fija y acciones.
- Copia de los saldos en cuenta o de los plazos fijos.
6. Presenta la operación a las entidades seleccionadas
Te recomendamos lo siguiente:
- Ten en cuenta a tus entidades financieras, son las que han apostado por ti hasta el momento, es preferible que te digan que no a darles motivo para que se enfaden contigo porque no les dijiste nada. Las formas son importantes.
- Prepara un cuaderno de riesgos en papel y en formato digital y entrégaselo a las entidades financieras en función de sus preferencias.
- Invita a los directores de tus entidades o a tus gestores a que te visiten en tus instalaciones para presentarles la operación, siempre se agradece jugar en casa.
- Intenta que los personas a las que vayas a presentar las operaciones tengan poder suficiente o, en su caso, invítalas a que te visiten, a que te conozcan y conozcan tu empresa. Aporta tranquilidad, significa transparencia y transmite profesionalidad.
Ofrece compensaciones
No lo dudes, hazlo. Pero, ¿qué tipo de compensaciones?
- Nóminas de los trabajadores.
- Tarjetas de la empresa.
- Seguros sociales.
- Impuestos.
- Transferencias.
Aprovecha para renegociar condiciones y mejorarlas.
Piensa que ellos ganan con la operación que les solicitas y si se la asignas a uno de ellos, el gana más que los demás y tiene que tener ciertas deferencias contigo, pero negócialo en conjunto.
Cierra fechas para que la operación no duerma en los cajones y puedas hacer un seguimiento.
8. Antes de firmar
Comprueba en los documentos que todo está correcto, que todo lo que acordaste tiene reflejo en los documentos que vas a firmar y que no aparecen cosas raras.
Y si aparecen, reclama y negocia. Todo es negociable hasta que lo firmas.
9. Después de firmar
Haz un seguimiento periódico de la operación. No dejes que duerma el sueño de los justos.
Así podrás detectar liquidaciones o apuntes erróneos o no pactados.
Si es el caso, reclama, no cedas. Porque mina tu credibilidad.
Resumiendo, actúa con tiempo, planifica y se metódico.
Y sobre todo, antes de firmar: negocia, negocia y negocia. Luego no podremos hacer nada.
